Con el inicio inminente del torneo, todos se preparan para enfrentar un sistema renovado que mezcla la tradición de los campeonatos cortos en su reversión de 30 equipos, prometiendo una temporada llena de sorpresas y competitividad
Por Juan Manuel Godoy
El fútbol argentino revive un formato que marcó una era. Este jueves comienza el Apertura 2025, un torneo que retoma la esencia de los históricos campeonatos cortos que dominaron el calendario futbolístico durante más de dos décadas. Este nuevo torneo, que hasta el año pasado se denominaba Copa de la Liga, se disputará en dos zonas con clasificación a playoffs y eliminación directa hasta la final. Este sistema, que busca mantener la emoción y la competitividad, se alinea con los cambios previstos para 2025, cuando la Liga Profesional contará con 30 equipos en su máxima categoría.
Como bien sabemos, el formato de torneos cortos no es nuevo en el fútbol argentino. Su implementación original se remonta al Apertura 1990, un cambio impulsado por Julio Grondona con el objetivo de generar mayor paridad y emoción en las definiciones. En aquel entonces, los campeonatos se dividieron en dos mitades: Apertura y Clausura. Los ganadores de cada torneo se enfrentaban en una final para determinar al campeón de la temporada, un sistema que se mantuvo hasta 2012. Este regreso, aunque con matices, evoca recuerdos de una época que marcó a generaciones de futboleros.
El Apertura 1990 llegó en un momento de transición para el fútbol argentino. El país aún vivía la resaca emocional del Mundial de Italia ‘90, donde la selección nacional, liderada por Diego Maradona, alcanzó la final tras una campaña épica. En ese contexto, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió implementar un cambio estructural en los torneos locales. Hasta entonces, el campeonato de Primera División se disputaba en un formato largo, de junio a junio, para alinearse con el calendario europeo. Sin embargo, la nueva propuesta dividió la temporada en dos torneos cortos, buscando dinamismo y mayor competitividad.
El Apertura 1990 no solo marcó el inicio de este formato, sino que también fue testigo de momentos históricos. Figuras como Sergio Goycochea, Oscar Ruggeri y Julio Olarticoechea, integrantes del plantel subcampeón mundial, participaron en este torneo. Además, fue el escenario del retiro de dos leyendas: Claudio Marangoni, quien colgó los botines vistiendo la camiseta de Boca Juniors, y el mítico arquero Ubaldo Fillol, que se despidió con una actuación memorable en Vélez Sarsfield.
El impacto de los torneos cortos en el fútbol argentino
El formato de torneos cortos trajo consigo una serie de cambios que transformaron el fútbol argentino. El reglamento original establecía que los ganadores del Apertura y el Clausura no serían campeones automáticamente, sino que debían enfrentarse en una final para definir al campeón de la temporada. Este sistema generó debates y polémicas, pero también momentos inolvidables, como la final de la temporada 1990/91, donde Newell’s venció a Boca en una definición por penales bajo una intensa lluvia en la Bombonera.
El medio también destacó que este formato permitió la aparición de nuevos protagonistas y la consolidación de jóvenes talentos. Por ejemplo, el Apertura 1990 fue el punto de partida de la carrera como entrenador de Marcelo Bielsa, quien llevó a Newell’s al título con un equipo sólido y efectivo. Asimismo, marcó el regreso de equipos históricos como Huracán y Lanús a la Primera División, bajo la dirección técnica de Carlos Babington y Miguel Ángel Russo, respectivamente.
El presente: un formato renovado con desafíos conocidos
En la actualidad, el regreso de los torneos cortos busca recuperar la emoción y la competitividad que caracterizaron a esta etapa del fútbol argentino. El Apertura 2025 se disputará en dos zonas, con los mejores equipos clasificando a playoffs. Este sistema, que ya se ha utilizado en los últimos años bajo diferentes denominaciones, ha generado resultados impredecibles. Equipos como Tigre, Colón y Rosario Central lograron consagrarse campeones a pesar de no ser los mejores en la fase regular, demostrando que en este formato todo puede suceder.
El medio también señaló que este sistema plantea desafíos para los equipos grandes, como Boca Juniors y River Plate, que deben adaptarse a la dinámica de los duelos directos. Aunque el «Xeneiza» ha logrado destacarse en este formato, con dos títulos y un subcampeonato en los últimos años, los dirigidos por Marcelo Gallardo ha tenido un desempeño irregular, quedando eliminado en varias ocasiones en las instancias finales.
El regreso de los torneos cortos no solo evoca nostalgia, sino que también plantea interrogantes sobre su impacto en el fútbol argentino. Este formato permitió la aparición de nuevos protagonistas y momentos inolvidables, pero también generó críticas por la falta de continuidad y la presión que ejercía sobre los equipos. En los últimos años, este sistema ha demostrado ser impredecible, con campeones inesperados y sorpresas en cada edición.
Con el inicio del Apertura 2025, el fútbol argentino se enfrenta a un nuevo capítulo en su historia. Este formato, que combina tradición e innovación, promete emociones y desafíos para los equipos y los hinchas. Tal como ocurrió en el pasado, los torneos cortos tienen el potencial de marcar una era y dejar una huella imborrable en el deporte más popular del país.