La gobernadora bonaerense abrió sumarios administrativos contra tres ex policías que trabajaban en bases de la AFI en el conurbano.
En medio de la sospechas por espionaje ilegal a funcionarios del Gobierno, María Eugenia Vidal inició su propia investigación. Desde su entorno advierten que algunos elementos conocidos en las últimas semanas alimentan cierta desconfianza para con tres policías retirados de la provincia.
Ellos se apellidan Salcedo, Bogoliuk y Degastaldi. Después de su paso por la fuerza se habrían asentado en una base montada por la AFI en la localidad de Morón para supuestamente combatir la complicidad policial con el narcotráfico.
Sin embargo el caso D’Alessio reveló que esos agentes habrían espiado a la gobernadora y al ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, hasta que las bases se desactivaron el año pasado. La oficina de Asuntos Internos, a cargo de Guillermo Berra, comenzó el expediente sobre el tridente que realizaba tareas de inteligencia.
Según consignó La Nación, la investigación que emprendió Asuntos Internos también cuenta con material sensible como escuchas telefónicas ordenadas en otras causas judiciales que mencionarían tareas de espionaje, indicaron fuentes oficiales.
Desde La Plata revelaron que hace más de un año la gobernadora Vidal y el ministro Ritondo visitaron la sede de la AFI para reunirse con Silvia Majdalani, subdirectora del organismo. Indicaron -también- que fue la funcionaria quien les advirtió sobre estas tareas de espionaje que habrían sufrido.
Aunque desde el entorno de la mandataria todavía se preguntan cómo es posible que la AFI no sea capaz de controlar las tareas de sus agentes. Hugo Rolando Barreiro, ex espía de la AFI, confesó la semana pasada ante el juez Ramos Padilla que formaba parte junto a D’Alessio y a los policías retirados de la banda criminal. Aseguró también que continuó ligado a la AFI como agente inorgánico y que era ese organismo el que avalaba las tareas.