En la misma, los precandidatos a diputados nacionales por el Frente de Todos promovieron la «lucha contra la discriminación y el odio» y remarcaron la necesidad de «poner en valor los vínculos humanos para trascender situaciones extremas».
Con el fin de «luchar contra los prejuicios, la discriminación y los discursos de odio», los precandidatos a diputados nacionales Gisela Marzziota y Leandro Santoro, del Frente de Todos, participaron de una jornada que se llevó a cabo en la casa de Ana Frank, reconocida mundialmente por escribir un diario personal donde relataba su día a día, mientras se escondía de los soldados del régimen nazista. En el encuentro, además, se trató la «necesidad del compromiso ético de todos para construir una sociedad más justa».
Luego de la visita, Marziotta se refirió a la historia de la niña alemana y aseguró que «nos muestra que algunas personas asumieron el riesgo de proteger, ayudar a los perseguidos, dar refugio, como es el lugar desde donde Ana Frank escribió su diario», lo que definió como «un mensaje de esperanza». En esta línea, afirmó que «los discursos de odio traen consecuencias y por eso es fundamental abordar estas historias no solo en la efemérides o aniversarios», y resaltó la necesidad de «poner en valor los vínculos humanos para lograr trascender situaciones extremas y seguir con el trabajo que realizan aquí con los jóvenes y que nosotros, como diputados, seguiremos trabajando desde el Congreso”.
Por su parte, Leandro Santoro destacó que el hecho de haber usado la literatura y la escritura como herramienta de resistencia al odio «resulta muy interesante» porque «hoy hay muchos pibes y pibas que frente a discurso de odio o bullying en las escuelas o grupos sociales no saben como responder». Y continuó: «Por eso es inspiradora la historia de Ana Frank porque muestra que a la violencia se la enfrenta con la no violencia, al odio con amor, y que nadie puede ser indiferente, todos tenemos que asumir el compromiso ético para construir un mundo mejor, con igualdad y fraternidad”.
Además, el director del Centro Ana Frank, Héctor Shalóm expresó que «estamos abocados al trabajo con los jóvenes» y que «lo que hacemos con la figura de Ana y su diario, que es un acto de resistencia, y es lo que eligió hacer en el momento más duro de su vida, es mostrar que escribiendo logró transformarlo en un acto sublime».
Y sentenció: «Estamos trabajando con estudiantes de diferentes escuelas, con jóvenes en las cárceles, con periodistas para entender como la palabra construyó el nazismo, la dictadura y construye violencia en nuestros días. Por eso debemos proteger a nuestros jóvenes y garantizar la plena vigencia de todos sus derechos».