La sentencia no ilegaliza automáticamente el aborto en EEUU, sino que permite a cada estado regularlo libremente y prohibirlo.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló este viernes la protección del derecho al aborto vigente en este país desde 1973, en una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe este derecho reproductivo.
El fallo señala que la Constitución «no otorga» este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto a los representantes electos de los estados.
Los legisladores de más de veinte estados conservadores tienen preparados ya proyectos de ley que prohibirían o restringirían el aborto en el momento en que Supremo anulara Roe contra Wade, según explicaron al principios de mes fuentes judiciales al periódico ‘The New York Times’. Trece de ellos tienen preparadas ya las llamadas «leyes de activación automática» para restringir o prohibir el derecho al aborto en el mismo momento en que el Supremo anule el fallo.
La decisión publicada revoca tanto la sentencia conocida como «Roe versus Wade», acordada hace 49 años, que protegía el derecho al aborto en todo el país, como otra resolución de 1992, «Planned Parenthood versus Casey», que reafirmaba dicha protección pero permitía a los estados establecer regulaciones sobre el proceso.
Los que han votado a favor insisten en no considerar el aborto un derecho constitucional ni tampoco un derecho apoyado por la «historia o la tradición» estadounidenses. Además considera que «Roe versus Wade» fue «ofensivamente incorrecto» y «chocaba» con la propia Constitución. Y añade que el otro fallo que ratificaba el derecho al aborto, «Planned Parenthood versus Casey», en 1992, «perpetuaba» esos errores. Los tres jueces progresistas del Supremo votaron, como se esperaba, en contra de esta decisión.
«Con pena para este tribunal, pero sobre todo para los millones de mujeres estadounidenses que han perdido hoy un derecho fundamental constitucional, disentimos», señalaron en la opinión contraria que han firmado conjuntamente Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan. «Roe versus Wade» fue fallado en 1973 y garantizaba la protección del derecho a abortar en todo el país.
En 1992 «Planned Parenthood versus Casey» ratificó ese derecho, aunque también permitía a los estados regular el proceso siempre que no lo impidiera. Eso provocó que los estados conservadores aprobasen leyes para restringir el derecho al aborto, como se ha venido haciendo desde 1992, y de forma más intensa en los últimos años.
Con el fallo, los estados que así lo decidan podrán prohibir totalmente el aborto en su territorio. Esto supondrá previsiblemente que Estados Unidos se parta en dos, entre los estados donde es posible la interrupción voluntaria del embarazo y los que la prohíben totalmente.