Analizaron la suba de la tasa de interés como una medida «acertada» pero no vieron con buenos ojos el cambio en las metas de inflación de diciembre
Economistas de Wall Street analizaron la situación macroeconómica argentina y coincidieron en calificarla de «compleja» debido al grado de exposición en deuda local de corto plazo. A esto, le suman la «creciente desconfianza» en el mercado local que comenzó a aumentar en diciembre cuando se modificó la meta de inflación oficial.
No obstante, consideraron que la reciente decisión del Banco Central de subir la tasa a 30,25% fue «muy acertada» en relación a la «dinámica que adquirió el mercado cambiario» y porque esta medida «incrementa los niveles de credibilidad que tiene el mercado para con el manejo de la política monetaria».
Preocupación externa
El economista jefe para América latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos, reconoció que «la preocupación» de la situación económica argentina «aumentó claramente en los últimos meses» por el escenario «bastante complejo» local.
En líneas similares, el economista jefe para América latina de Standard & Poor’s, Joaquín Cottani, evaluó: “La visión del mercado externo parecería haber empeorado sólo un poco desde diciembre, a juzgar por el aumento de 100 puntos básicos de la prima de riesgo en dólares. Eso hace suponer que el Gobierno sigue teniendo acceso al crédito externo, solo que un poco más caro».
Y remarcó: «Lo que más preocupa al mercado, y que se manifiesta en la presión sobre el tipo de cambio, es el riesgo de una suba explosiva de la deuda del Banco Central, que el aumento de la tasa de interés no resuelve”.
En este sentido, Alberto Bernal, estratega en jefe de mercados emergentes de XP Securities, señalo respecto a las intenciones de los inversionistas extranjeros que « si la Argentina persevera en el ajuste fiscal y en implementar las reformas estructurales pendientes, el mercado volverá a confiar, y los precios de los activos subirán» en tanto que indicó como condición que «el país necesita que las tasas de interés internacionales dejen de subir, que se estabilicen a niveles cercanos a los actuales”.
Suba de tasas
Mientras que Ramos aseguró que por «la dinámica que adquirió el mercado cambiario» el aumento a 300 puntos básicos de la tasa rectora fue una política «acertada», para Cottani tal medida «no resolvería» una «suba explosiva de la deuda del Banco Central», que consideró es «lo que más preocupa al mercado» y lo que se «manifiesta en la presión sobre el tipo de cambio».
Por su parte, Bernal cree que esta fue «una medida necesaria» ya que «incrementa los niveles de credibilidad que tiene el mercado para con el manejo de la política monetaria». No obstante, advirtió: «El incremento de las tasas puede disminuir el crecimiento de la economía, pero fue una decisión necesaria para poder controlar la corrida contra el peso argentino»
Cambio de la meta de inflación
En la opinión de Ramos tanto la presión sobre la inflación y el cambio, generan «más restrictividad» y «selectividad» en el acceso al financiamiento. De esta manera, explicó: «Las primas de riesgo subieron (por el riesgo cambiario y otros factores domésticos y externos) y como tal el inversionista extranjero requiere por ahora una tasa de interés más alta para continuar invertido en deuda local. Caso contrario surge el riesgo de flujos de salida de capitales, lo que podría generar un problema más serio en la cuenta de capitales y la balanza de pagos”.
En este punto coincide con Cottani, quien aseguró que para «crecer», la economía argentina puede «abandonar temporariamente el objetivo de reducir la inflación y concentrarse en rebalancear la macro, es decir reducir los déficits gemelos (fiscal y externos) a través de una política monetaria y fiscal coordinada». «Una vez que esto se hubiera logrado, el objetivo anti-inflacionario se podría conseguir más fácilmente”, aclaró.
Por último, Bernal aseveró que a Wall Street no le gustó «la forma como se cambiaron las metas de inflación en diciembre pasado» ya que se interpretó como «una intromisión del Ejecutivo en la política monetaria»
«Esa decisión generó una importante depreciación del tipo de cambio y un incremento de las expectativas inflacionarias. Atado a esto, el mercado financiero internacional ha sido testigo de un incremento de más de 60 puntos básicos en la tasa del bono de 10 años de EE.UU., y ese hecho ha generado una disminución de los precios de los activos argentinos”, puntualizó.