El presidente Alberto Fernández cerró el 57° coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y aseguró que la prohibición de despidos y la doble indemnización son “medidas de excepeción” que “no van a sostenerse en el tiempo”.
“Las medidas de excepción que hemos tomado (en referencia a la prohibición de despidos y la doble indemnización) deben ser entendidas de ese modo. Han sido dispuestas en un momento de excepción y no van a sostenerse en el tiempo”, afirmó Fernández este viernes al mediodía en Costa Salguero.
“El Gobierno debe poner sobre la mesa las distintas alternativas para encontrar soluciones a los conflictos que se nos presentan. El primer gran problema que Argentina debe enfrentar con decisión es terminar con la desocupación creando empleo genuino”, sostuvo el mandatario.
En este sentido, remarcó que la extensión de los planes sociales para sostener la economía debe avergonzar a la clase política: “La asistencia del Estado no puede ser el remedio para la falta de empleo. Es solo un paliativo para sobrellevar la pobreza. No es posible perpetuar esta realidad que definitivamente debe avergonzarnos. No existe otro remedio que la inversión privada que asocia al capital y al trabajo para lograr un desarrollo sostenible”.
Fernández también se refirió a uno de los temas que se metió en la agenda durante la campaña previa a las PASO: reemplazar las indemnizaciones por despido. Se mostró firme en la idea de que no deben eliminarse ni sustituirse por otros sistemas, en un claro mensaje a la oposición y al sector privado.
“Se repite la idea de generalizar esquemas indemnizatorios como el de la construcción. No hay evidencia que muestre el éxito de esas lógicas. Estos modelos se inspiran en modelos que existen en países nórdicos o en Australia. En Finlandia, por ejemplo, el despido sin causa está penado con entre tres y 24 salarios”, dijo Alberto Fernández, para luego comparar al país con otras naciones europeas.
Y continuó: “Argentina necesita de empresarios que sean los primeros trabajadores. Necesitamos de empresarios sin lobbies, sin codicia y con solidaridad. De este modo podemos hacer una sociedad mejor”.
Además, el presidente hizo una reflexión acerca de la grieta en el país: “Somos una sociedad con bandos en pugna. De ese modo hemos logrado que las fuerzas no se sumen sino que se contrarresten. Tirando cada uno para su lado solo logramos inmovilizarnos como sociedad”, expresó.
Por último, cerró con las negociaciones por la deuda con el FMI: “En 2022 y 2023 Argentina está obligada a pagar en cada año mas de 19 mil millones de dólares en concepto de capital e intereses. Debemos resolver el problema de la deuda haciendo que la misma sea sostenible, es decir que no nos condene a la postergación de la Argentina. Debemos crecer, acumular reservas y empezar a cumplir. Esto no es un problema del Gobierno de Alberto Fernández, es un problema de la Argentina”.