Aunque el registro de Gucci en el INPI ha causado revuelo, expertos sugieren que la apertura de tiendas en Argentina podría no ser inminente
Por Juan Manuel Godoy ✍️
El reciente registro de la marca Gucci en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) de Argentina ha generado un intenso debate en redes sociales, donde muchos especulan sobre la posible llegada de la prestigiosa firma italiana al país. Sin embargo, según expertos y análisis del mercado, la apertura de una tienda de lujo como Gucci en territorio argentino no parece ser una realidad cercana. La inscripción de la marca abarca categorías como perfumes, cosméticos, indumentaria, anteojos y artículos de cuero, pero esto no implica necesariamente un desembarco comercial inmediato.
De acuerdo con el especialista Jorge Lizan, socio de la consultora Lizan Retail Advisors, la situación económica y política de Argentina representa un desafío significativo para las marcas internacionales de lujo. Lizan, cuya firma asesora a empresas en su expansión global, explicó que el país no figura entre los mercados prioritarios para este tipo de compañías. «Fuera de México, Brasil, Chile y República Dominicana, en el resto de los países de América Latina no hay mercado para marcas de lujo», afirmó. Según su análisis, Argentina se encuentra en los últimos lugares de la región en términos de atractivo para la expansión de retailers internacionales.
Un mercado limitado por la economía y la informalidad
El contexto económico argentino, caracterizado por la inestabilidad y las restricciones para importar productos o girar dividendos al exterior, es uno de los principales obstáculos para que marcas como Gucci consideren abrir tiendas en el país. Lizan señaló que, incluso en un escenario optimista de cambios políticos y económicos, podrían pasar al menos diez años antes de que firmas de lujo evalúen seriamente su instalación en Argentina.
Además, el especialista destacó que el poder adquisitivo de la población y la alta informalidad económica son factores que complican aún más la viabilidad de este tipo de negocios. «Cuando se hacen estudios de factibilidad, las cuentas no cierran», explicó. Según consignó el Cronista, Lizan también subrayó que la competencia local, tanto en el mercado formal como en el informal, representa un desafío adicional para las marcas internacionales.
En comparación con otros países de la región, Argentina queda rezagada en términos de interés para los grandes retailers. Lizan ilustró esta situación al mencionar que, en los últimos 11 años, no ha viajado al país en busca de franquiciados para sus clientes, mientras que visita México cada seis semanas y realiza múltiples viajes anuales a mercados como Perú, Chile y Colombia. Incluso países más pequeños como Guatemala y El Salvador han recibido más atención por parte de su consultora.
El registro de marcas: una estrategia de protección, no de expansión inmediata
El registro de la marca Gucci en Argentina no debe interpretarse como un indicio directo de la apertura de una tienda. Según detalló el medio original, este tipo de trámites son comunes entre las grandes firmas internacionales, que buscan proteger su propiedad intelectual en la mayor cantidad de países posible. Este procedimiento les permite evitar conflictos legales y garantizar que su marca esté resguardada frente a posibles usos indebidos.
Un caso similar ocurrió hace algunos años con la cadena sueca de muebles y artículos para el hogar IKEA, que también registró su marca en Argentina. En aquel momento, la noticia generó expectativas sobre su llegada al país, pero hasta la fecha no se ha concretado ningún plan para su desembarco. Este tipo de registros, aunque necesarios, no siempre están vinculados a una estrategia de expansión comercial inmediata.
El contraste con otros sectores: el caso de las cadenas de comida rápida
Mientras que las marcas de lujo enfrentan grandes barreras para ingresar al mercado argentino, otros sectores, como el de las cadenas de comida rápida, parecen encontrar más oportunidades. Empresas como Taco Bell ya están en conversaciones con inversores locales para establecerse en el país, mientras que Pizza Hut podría intentar una nueva incursión en el mercado argentino, tras dos intentos previos.
Este contraste pone de manifiesto las diferencias en los modelos de negocio y las demandas del mercado. Las cadenas de comida rápida, que suelen tener costos operativos más bajos y un público objetivo más amplio, encuentran menos dificultades para adaptarse a las condiciones económicas locales. En cambio, las marcas de lujo, que dependen de un segmento de consumidores con alto poder adquisitivo y estabilidad económica, enfrentan un panorama mucho más complejo.
Un futuro incierto para el lujo en Argentina
A pesar de las dificultades actuales, Lizan expresó que Argentina podría convertirse en un mercado interesante para las marcas internacionales en el futuro, siempre y cuando se logren superar los desafíos económicos y políticos. «Cuando la Argentina vuelva a salir en la fotografía de América Latina será una gran noticia para todos», afirmó. Sin embargo, por el momento, las condiciones no parecen propicias para que firmas como Gucci consideren una expansión en el país.
El registro de la marca, aunque relevante desde el punto de vista legal, no debe interpretarse como un anuncio de llegada. Más bien, refleja una estrategia preventiva común entre las grandes empresas internacionales. Mientras tanto, el mercado argentino sigue siendo un terreno complicado para el lujo, con un horizonte que, según los expertos, podría tardar años en cambiar.
