El organismo prevé un crecimiento del 2,2% para 2017 por la inversión pública y un nuevo impulso del consumo.
La «menor expectativa» de crecimiento a corto plazo ya se conocía. Mientras que parte del gobierno nacional estaba en el Foro de Davos a la búsqueda de inversiones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) adelantó una revisión a la baja del crecimiento de la economía argentina.
Esta semana finalmente se conoció el número. El organismo presidido por Christine Lagarde aseguró que el país crecerá un 2,2% en 2017, contra el 2,7% que había pronosticado a fines del año pasado, y bastante por debajo de las expectativas oficiales del 3 por ciento.
Ese famoso 3 por ciento tampoco se conseguirá el año que viene. El FMI pronostica que la economía crecerá un 2,8% en 2018, de acuerdo con el informe sobre Perspectivas Económicas de América Latina y el Caribe, que difundió en una conferencia de prensa desde la ciudad de Washington.
Sin embargo, será uno de los avances más importantes de la región. Sólo Perú está por arriba con un crecimiento del 4,3% y Colombia un 2,6%, y así la Argentina crecerá más que Chile (2,1%) y Brasil (0,2%).
Para el organismo, también se producirá durante este año un «descenso considerable» de la inflación, aunque estará levemente «por encima» de la meta del Banco Central (BCRA), que estimó para este año entre un 12 y 17% anual.
La meta fiscal del Gobierno se podrá cumplir este año según el análisis del Fondo, por la ayuda extra de entrada de dólares que generará el blanqueo de capitales. «Se espera que los resultados satisfactorios de la amnistía fiscal estimulen en cierta medida la demanda interna y ayuden a cumplir las metas fiscales fijadas para 2016 y 2017», especificó Werner desde el blog Diálogo de Fondo.