Fernando Burlando fue el primero en exponer los argumentos en el alegato del particular damnificado y siguió por el camino planteado por la fiscalía cuando comenzó su discurso: «Todos asesinaron a Fernando Báez Sosa».
Fernando Burlando, representante de los padres de la victima, fue quien comenzó con el alegato del particular damnificado en el que pidieron, al igual que la fiscalía, cadena perpetua para los ocho imputados.
El abogado fue contundente en sus dichos e indicó «lo que hubo fue un asesinato planeado, una acción criminal coordinada, un asesinato en el peor de los estados que puede tener un ser humano, que es el estado de indefensión (…) además se dieron el gusto de acusar a un inocente».
«Fernando Báez Sosa pidió clemencia y no se la dieron (…) Buscaron la muerte con golpes que fueron disparos de armas: cada golpe era un disparo, cada patada un tiro. Fue fusilado a golpes y a patadas», sentenció Burlando.
Por ultimo, el particular damnificado argumentó el pedido de pena máxima para los ocho: «Hubo voluntad de matar y por eso mataron, tendieron un verdadero cerco humano para actuar sobre seguro y tener la certeza de que su víctima no iba a poder contar con la ayuda que sus amigos quisieron ofrecerle, pero nadie pudo sortear ese cerco».