El funcionario resaltó que “cuatro años son realmente desgastantes”, aunque no aclaró si se refería a un período anterior o posterior a una eventual reelección de Mauricio Macri.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, dejó hoy en duda su continuidad en el Gobierno al señalar que “cuatro años son realmente desgastantes y es un buen periodo para sentar las bases de las reformas” que se impulsaron durante su gestión.
Entre otras cosas, el funcionario resaltó que él no viene de la política y detalló que en su paso por la administración pública descubrió que hay “muchas mezquindades”, “muchas mentiras” y “poca gente comprometida”.
“Yo creo que estamos en un periodo de transición, nuestra Justicia tuvo durante mucho tiempo una muy fuerte influencia política y de otros sectores. El proceso de salida de esa situación generan peleas por parte de algunos que parece que están de un lado o del otro”, analizó.
Durante una entrevista en La990, Garavano explicó que lo que pretende hacer desde su Ministerio “son cambios que van a llevar tiempo”, pero destacó la modificación de “algunas leyes de la organización” del sistema judicial y el cambio del Código Procesal Penal Federal “que va a comenzar a implementarse este año en el norte, en Salta, y luego en el resto del país”.
“Estos cambios hacen (que se las causas avancen) como en Estados Unidos, que los fiscales sean los que investiguen y que los jueces sean los que le pongan límites a los fiscales y sean el equilibrio”, precisó.
Garavano señaló que, actualmente, “el sistema le sigue dando un mayor poder” a los magistrados, lo que calificó como “un modelo basado en la inquisición”.
“Es lo que pasó con (el juez federal Norberto) Oyarbide, que prácticamente él era el que manejaba todo, acusaba, investigaba y rechazaba o no el pedido de las partes”, ejemplificó.
Por otra parte, destacó el proyecto que ha enviado el Gobierno al Congreso “para reducir a 15 años la edad de imputabilidad por hechos muy graves”.
El ministro aseguró que con esta iniciativa “se crea un régimen muy novedoso, que hace eje en la reubicación de los chicos para que salgan temprano del delito”.
“La mayoría de las personas detenidas tienen entre 18 y 25 años y el 80% de ellos cometieron delitos siendo menores y el Estado no hizo nada para ayudarlos”, agregó.