El ministro de Salud analizó la situación que atraviesa el país en materia de contagios y defendió la cuarentena.
El coronavirus ya dejó un saldó de 1.100.000 en todo el mundo y la cifra aumenta cada vez más. Ante la imposibilidad de frenar el virus con diversas estrategias de cuidado preventivo, la vacuna parece ser la única solución.
Con una nueva ola de contagios en Europa y números en rojo en América Latina, los laboratorios trabajan a contrarreloj. El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García se refirió al respecto y anunció novedades sobre la fecha en que llegarán dosis al país.
El funcionario nacional precisó que Argentina podrá contar en marzo próximo «en forma masiva» con una vacuna contra el coronavirus. «Entre las siete u ocho vacunas que están en primera línea, estamos negociando con cinco de esas. Hay tres que están haciendo ensayos de fase 3 en nuestro país, y una se fabricará acá», explicó el ministro en declaraciones radiales.
De la misma manera, sostuvo que «no hay una fecha exacta» pero el Gobierno nacional estima que en marzo tendrá disponible las dosis necesarias para una vacunación en masa. «Recién en marzo podremos tener masivamente la vacuna, pero igual iremos vacunando con anterioridad, en la medida que vayamos teniéndolas», señaló González García.
Por otro lado, admitió que no imaginó que la duración de la pandemia sería similar a lo que ocurrió otros continentes. «Todos pensábamos que la pandemia en América iba a durar poquito, no como en Asia, pero sí como en Europa pero por alguna razón que no se explica mucho», aseveró. Además, sostuvo que América es el «centro de la pandemia» y que el brote de contagios sigue persistente «sin saber nadie por qué».
Cuarentena
Ginés González García respondió a las críticas que recibió el gobierno por la aplicación de una «cuarentena eterna». El titular de la cartera de Salud, refrendó la importancia de las medidas de prevención y dijo que «si no hubiéramos hecho la cuarentena inicial, las consecuencias serían terribles», ya que el sistema de salud hubiese colapsado.
«Habría gente que no hubiese podido ser atendida con una tasa de mortalidad mucho mayor. Cosas que indignan a una sociedad: como que alguien pueda morirse sin tener la asistencia que se merece», concluyó el ministro.