Se busca frenar el ingreso de inmigrantes con antecedentes penales. Preocupan México, Colombia y Perú, por el narcotráfico.
“Si un narcotraficante cumplió su condena en su país, no tiene pedido de captura de Interpol y llega a Ezeiza, hoy no tenemos manera de saber su prontuario y, por lo tanto, ingresa”, sentenció el director de Migraciones Horacio García.
Más allá de fortalecer los controles en la frontera para combatir la ilegalidad, la principal preocupación de la Casa Rosada se centra en la “mano de obra” del narcotráfico que, a partir de la escasez de información, puede entrar a la Argentina de forma legal, sin impedimentos.
La intención es acelerar la firma de convenios de intercambio de base de datos con países de América Latina. Y, aunque nadie se animará a decirlo en voz alta para no herir susceptibilidades, hay tres que son prioridad: Colombia, México y Perú. Al Gobierno le preocupa en particular el ingreso de inmigrantes con antecedentes penales desde estos tres países.
El objetivo es restringir el ingreso al país a extranjeros con prontuario delictivo. Esto implica acceder a información judicial de otros países y -estar en condiciones de- ofrecer lo mismo a la contraparte.