Si en la votación gana el rechazo, intentarán que se apruebe la despenalización de las personas que aborten hasta las 12 semanas de embarazo
Ante un inminente panorama de rechazo, los impulsores del proyecto de legalización del aborto tienen ya en marcha un plan B: proponer en la misma sesión el tratamiento de una iniciativa que despenalice a la persona gestante que interrumpa su embarazo.
De esta manera, se avanzaría un paso en el camino hacia la legalización, que difiere de esta propuesta en que la legalidad del aborto reconoce que hasta la semana 12 de gestación la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es un derecho que debe ser garantizado por el Estado. En cambio, el proyecto de emergencia, sólo libera a la persona gestante de la condena penal.
La idea tiene su raíz en las declaraciones de varios senadores que hoy votarán en contra del proyecto pero que aseguraron estar a favor de la despenalización. Ayer, cuando la senadora Lucila Crexell (MPN), que había anunciado su abstención, presentó un proyecto para quitar la penalización a quienes se sometan a la práctica hasta la semana 12 de embarazo: sería tratada apenas se rechace la principal reforma.
Por otro lado, el senador Omar Perotti, que aún no dejó trascender su postura, presentó otra iniciativa que apunta a reducir la pena para las mujeres que aborten sin causales y convertir en ley el protocolo de aborto no punible que surgió del fallo «F.A.L.», de la Corte, que habilita la interrupción del embarazo en los casos de violación, riesgo de vida de la mujer e inviabilidad de vida extrauterina.
Según publicó La Nación, desde el entorno de Miguel Ángel Pichetto, el jefe del bloque peronista en este recinto, aseguran que no pondrán fichas a esta opción y que continuarán hasta el último aliento para aprobar la legalización.
Para poder poner en discusión un proyecto de despenalización, hay dos opciones posibles. Alguno de los integrantes de las tres comisiones en las que se discutió el proyecto que habría impulsado el rechazo debería presentar dictamen antes de la sesión. Las diputadas radicales intentarían convencer a algún senador de la UCR .
Si ocurriera, ese dictamen debería ser tratado luego de someter a votación la media sanción en Diputados. Este podría aprobarse como una modificación del proyecto original y regresaría a la Cámara baja. En caso de que no se presente ningún dictamen, el proyecto de despenalización deberá tratarse sobre tablas, como una iniciativa independiente. El tratamiento debería ser habilitado por dos tercios de los senadores presentes.