Fue 1 a 0 con gol de Di María, para cortar una mala racha que duró 28 años sin gloria. Y primer título en la Mayor para Messi luego de varias frustraciones. Un desahogo que llevaba varias finales atragantadas.
Argentina rompió 28 años de estigma y maleficio al ganarle a Brasil 1 a 0 en la final de la Copa América 2021, sacándose además la espina es el mismo estadio donde había perdido en la definición del mundial.
El Maracaná fue testigo con 2500 argentinos en las tribunas en el festejo que más se hizo esperar, un desahogo de todos los protagonistas y las frustraciones arrastradas, que pudieron encontrar paz por intermedio del gol de Ángel Di María, otro que logró su mejor desquite.
Y sobre todo para Lionel Messi, quien no tuvo su mejor noche, al contrario tuvo una muy clara para liquidar el pleito pero el destino indicaba que debía sufrir. Su primer título con la Selección mayor, con 34 años, y en un equipo donde a pesar de que fue líder, fue uno más. No es el equipo de Messi, sino un equipo con Messi.
El partido fue trabado y batallado como toda final, que se definió en favor del elenco que conduce Lionel Scaloni por un detalle: Gran pase largo de la figura del partido, Rodrigo De Paul, y definición de Di María para empezar a soñar.
Argentina entendió que marcando y trabando a Neymar iba a encontrar respiro, le dieron sin piedad. Y Tité en Brasil también armó un cerrojo por sobre Messi del cuál le costó salirse. Ya en el complemento, el ingreso de Firminho le quitó estabilidad, hizo ancho el mediocampo y el local arrimó peligro. Emiliano Martínez tapó dos pelotas que valen un campeonato. Gran revancha para Otamendi, correcto juego de Montiel y el «Cuti» Romero, sintiéndose parte y resignando físico para estar presente y dar una mano.
Richarlisson y Gabigol complicaron. La marca sobre Neymar fue al límite de la deslealtad. Scaloni también tuvo su reconsideración luego de tantas críticas. Un equipo que se armó de menor a mayor y llegó al escalón más alto, para reencontrarse con la gloria que era esquivas desde el ’93.
El final fue con sufrimiento, con un Brasil volcado al ataque y llegó luego la felicidad, ante el rival más acérrimo y en el templo del fútbol. Salud Argentina, en pleno proceso de reconversión, logró una copa más para llegar a lo alto de América. Y Messi podrá dormir tranquilo al menos una vez luego de una final.
