Las identificaciones aportadas por los gobiernos nacional, provincial y de la Ciudad llevarían al procesamiento de decenas de manifestantes y ayudan a la investigación de un «plan organizado» de forma violenta.
Los gobiernos nacional, provincial y de la Ciudad identificaron a decenas de los manifestantes que el lunes último provocaron numerosos destrozos en la plaza Congreso y se enfrentaron de forma violenta con la policía, en rechazo al tratamiento de la reforma previsional. Si la investigación avanza, los imputarían con los delitos de sedición, resistencia a la autoridad e intimidación pública.
Según publicó LA NACIÓN, los activistas bajo la lupa están vinculados con intendentes como Jorge Ferraresi, de Avellaneda; Mario Secco, de Ensenada, y Walter Festa, de Moreno; y con organizaciones como la UOM de Quilmes; el Partido Obrero y el Frente de Izquierda.
Sin embargo, la causa apuntaría no solo al procesamiento de los manifestantes identificados, sino también a un posible «plan organizado» para detener mediante la violencia la sesión en la Cámara de Diputados que debatía el proyecto de ley de modificaciones en los haberes previsionales.
En este contexto, se tomaron pruebas de colectivos, con sus patentes, que transportaban armas blancas, morteros, bengalas, bombas molotov, gomeras, bulones, facas, elementos punzantes y miguelitos. «Venían a una guerra contra la policía», aseguraron desde el Gobierno.
Los disturbios provocaron 160 heridos, entre ellos 88 policías, 68 detenidos, liberados a las 24 horas, y destrozos que costarán $ 26 millones a la Ciudad.También se investiga la participación de barras bravas, pero no hay precisiones. La causa la lleva adelante el juez federal Sergio Torres.