El gobernador de la provincia de Buenos Aires resaltó que «hay que mantener la virtualidad y la presencialidad» educativas.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, ratificó que habrá clases presenciales en 24 municipios de su distrito con cuidados y controladas como «experiencia piloto»; destacó la buena relación y la coordinación entre los gobiernos nacional, provincial y porteño en el trabajo contra el coronavirus y criticó la actitud de «un sector de la oposición rabiosa».
El mandatario dijo que de la masa de más de tres millones de alumnos primarios y secundarios en la provincia unos «300 mil han tenido una merma, caída o pérdida de la continuidad» educacional de manera virtual durante lo que va de la pandemia y el aislamiento social.
Pero reiteró que «vamos a mandar profesores a las casas allí donde es muy peligroso mandar chicos a la escuela» por el virus. «Van a ir al domicilio a ver qué pasó, porque puede haber un problema personal, psicológico o familiar», amplió.
«No quiero poner palos en la rueda, pero lo hablamos con los trabajadores y las familias. Habiendo un virus tan peligroso hay motivos» para mantener la suspensión de las clases, señaló el gobernador por A24.
Advirtió que «por más que se haga una puesta en escena el tema es complicado; no hay que proponer soluciones simplistas y bienvenidos los que cayeron en la cuenta de lo que es la educación, pero hay que hacerlo con seriedad y con mucho asesoramiento médico».
Kicillof resaltó que «hay que mantener la virtualidad y la presencialidad» educativas, por lo que, ratificó, «hay 24 municipios en los que vamos a volver a la presencialidad».
Aclaró que «hay que hacer una experiencia piloto, no hay una apertura indiscriminada, sino que los chicos y chicas tienen que ir con barbijo y en grupos que se turnan en el curso día por medio. Y si aparece un chico contagiado, se cierra esa aula».
«Va a ser una presencialidad con cuidado, controlada, porque no es chasquear los dedos; no es solo abrir la escuela con la llave, sino hacerlo seriamente, con cuidado», insistió, y puso como ejemplo de avances y retrocesos en ese tema a algunas provincias argentinas y a otros países.
En ese sentido mencionó «el caso Israel, donde atribuyen a abrir las escuelas» el regreso de las medidas estrictas de control y circulación.
Kicillof anunció que «la semana que viene empezamos la preparación» para el retorno parcial a las escuelas. «Quiero que vuelvan ya las clases, la actividad económica, el turismo, pero me parece irresponsable, irreal o por una posición política obtusa decir que mato el virus con la indiferencia», añadió.
El gobernador sostuvo que «estamos haciendo un esfuerzo gigantesco, y no me gusta el mensaje destructivo; a una parte de la oposición le agarró la ansiedad electoral y no se bancaron que se estuvieran haciendo las cosas con tanta unidad y consenso».
«Hay una parte de la oposición que quiere hacer una oposición rabiosa, que no puede parar de hacer daño; leo cosas sobre mí injustas y alevosas, como que escondíamos los muertos. Todos estamos viviendo una situación muy angustiante y no hay que poner un componente de violencia y odio tan tóxico que es peor que la enfermedad», enfatizó.
En ese marco, destacó la buena relación con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. «Con Larreta hablo más o menos día por medio por teléfono», dijo, y expresó que «solo tenemos una avenida en el medio», en referencia a la autopista General Paz que divide la Capital Federal de la provincia de Buenos Aires.
«Hemos coordinado con algunas diferencias, porque me toca una situación en lo sanitario más complicada; además nosotros (la provincia) no tenemos todas las calles pavimentadas o ellos (la CABA) tienen 18 barrios humildes y nosotros más de 1.800», describió Kicillof.
Sostuvo que Rodríguez Larreta «forma parte del macrismo y ha estado 4 años en un Gobierno que yo critico, pero no es momento en este plano» y la tarea en «la cuestión sanitaria salió bien».
Resaltó que «todos los gobernadores firmaron la solicitada» en la que se hizo un llamado a priorizar la unidad en la pandemia pero a la vez denunció que «los diarios hegemónicos y macristas intentaron romper todo el tiempo».
«Hay (publicadas) peleas y decisiones mías que no existieron, es una obsesión o un deporte buscar eso», sostuvo.
No obstante aclaró que «en el interior de cualquier gobierno, como en una familia, hay posiciones divergentes y la clave es ponernos de acuerdo. Y es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa»
Sobre la relación del Presidente y la Vicepresidenta, recordó que «Cristina (Kirchner) es parte de este Gobierno y Alberto (Fernández) lo dice muchas veces: probablemente es la dirigente política más relevante, expresa a la porción mayoritaria de nuestro frente de gobierno. Lo que dice y opina es relevante y es necio no prestarle atención».
Pero destacó que «el que tiene la lapicera es Alberto Fernández, que por ejemplo pone los ministros, da las órdenes y dispone».