Son los primeros 15 equipos recuperados por la Policía en «trabajos de hormiga». El robo de esos aparatos se convirtió últimamente en común denominador del delito urbano.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comenzó este jueves con la devolución de celulares robados a sus dueños. El alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, destacó el trabajo de la Policía, al que calificó de «enorme y de mucha dedicación».
«La Policía de la Ciudad viene haciendo un trabajo de investigación ya hace muchos meses para recuperar celulares robados, que es uno de los delitos que tiene mayor cantidad de ocurrencia en la Ciudad de Buenos Aires. Es un trabajo largo y de seguimiento con la Justicia», manifestó.
Asimismo Rodríguez Larreta añadió: «Esto hace que podamos tener una Ciudad más segura, en la cual todos nos podamos sentir más libres. La Policía viene haciendo un trabajo enorme y de mucha dedicación también en el cuidado de la pandemia y los distanciamientos. Un compromiso que para nosotros es un gran orgullo».
«Devolver un celular es un acto de justicia y reparación»
Por su parte, el vicejefe de Gobierno, a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad, Diego Santilli, señaló: «Lo que estamos haciendo es completar un círculo. Justicia es poder reparar el daño y reparar el daño significa que las personas que cometieron los delitos sean puestos a disposición de la Justicia, y que las personas que fueron damnificadas, recuperen sus pertenencias».
«Cuando te roban un celular, se meten en tu vida, tu intimidad y tu privacidad. Además del costo que implica un celular, devolverlo también tiene como objetivo reparar ese daño. Es un acto de justicia», agregó Santilli, quien destacó la importancia de denunciar en la Policía de la Ciudad cuando se sufre el robo de un teléfono porque es la única manera en la que se puede concretar la restitución a su dueño.
También precisó: «Tenemos hoy alrededor de 6.200 celulares, 662 listos para devolverlos a sus vecinos. Gracias a que la Justicia nos habilitó a ingresar a los IMEI para poder tener los nombres de las personas que fueron damnificadas».
Santilli remarcó que en los últimos seis meses «hemos trabajado en una serie de allanamientos de locales irregulares, entre los que había 199 locales, 108 de ellos están clausurados, 140 personas puestas a disposición de la Justicia».
El procedimiento
Los equipos fueron denunciados como robados por sus dueños a la Policía de la Ciudad y al Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM). Una vez secuestrados, el personal policial realiza una pericia sobre los mismos para conocer el IMEI (código mundial de 15 dígitos pregrabado por el fabricante para identificar cada equipo móvil).
Para poder devolver los aparatos, el Ministerio solicita a las autoridades judiciales intervinientes (Juzgado y Fiscalías Federales) autorización para requerirles a las compañías telefónicas los datos de los titulares de las líneas.
Una vez recibida la autorización judicial, se requiere a las compañías telefónicas que informen en relación a cada uno de los IMEI si estuvieron vinculados a un cliente en particular y, en caso de ser así, se informen los datos de los mismos que permitan citarlo.
Paralelamente, se requiere autorización a la Justicia para proceder a la devolución de los aparatos a sus legítimos titulares.
Sobre los datos informados por las compañías, personal del ministerio procede a contactarse con los titulares a fin de hacerles saber que se procederá a devolverles el celular que les robaron.
Para recuperar los celulares en distintos puntos de venta de la Ciudad, los efectivos policiales trabajaron en conjunto con inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y la Dirección General de Coordinación Operativa, dependiente de la Secretaría de Justicia y Seguridad.
Más de 6 mil aparatos
Desde septiembre de 2020 a mayo de 2021, se incautaron un total de 6.172 celulares en distintos locales y galerías, de los cuales 662 fueron denunciados como robados mientras que los demás no contaban con la pertinente documentación o se encontraban adulterados.
Los efectivos inspeccionaron en este período de tiempo 199 locales en galerías comerciales y negocios de venta de celulares en distintos barrios de la Ciudad y, además de los teléfonos, se secuestraron 2.200 chips y accesorios falsificados, y 5.145 baterías.
Estos elementos fueron separados de sus equipos originales para el armado de nuevos dispositivos apócrifos, práctica que se descubrió mediante el desguace de varios laboratorios en locales de servicio técnico, donde se hallaron las herramientas que los delincuentes utilizaban para cometer el ilícito.
El dinero incautado en los negocios fue de 169.420 pesos y 6.300 dólares, más 1.000 billetes falsos de la moneda estadounidense.
Desde septiembre de 2020 se procedió a la clausura de un total de 108 locales y 141 personas quedaron a disposición de la Justicia por Infracción a la Ley de Comunicaciones (25.891), además de 91 detenidos por diferentes irregularidades.
El robo de esos aparatos se convirtió últimamente en común denominador del delito urbano.