El máximo tribunal definirá si analiza las acusaciones contra el ex presidente y los tiempos de la justicia.
El ex presidente y senador Carlos Menem esperará su suerte judicial en la Corte Suprema. Este año se dará el debate sobre la absolución por el contrabando de armas a Croacia y Ecuador, la condena a cuatro años y medio de prisión por el pago de sobresueldos y, por qué la Justicia demoró dos décadas en resolver las acusaciones en su contra.
Algo de esa demora ya planteó la propia Corte en 2017, cuando habilitó a Menem a ser candidato a senador por La Rioja y expuso que Casación se tomó casi seis años en tramitar un recurso de la causa por el contrabando de armas.
“Hace ocho años que me fui del Gobierno y todavía siguen con este tema”, dijo Menem en 2007 al enfrentar su indagatoria. La condena llegó a fines de 2015.
A este panorama judicial se suman otras dos complicaciones para el ex presidente. Primero, un pedido de condena de cuatro años de prisión que hizo la fiscal Gabriela Baigún y la querella del Gobierno contra Menem por haber vendido en 1991 el predio de la Rural a un precio más bajo que el de mercado. Segundo, la definición sobre su papel en el encubrimiento al atentado contra la AMIA, que el 18 de julio de 1994 terminó con la vida de 85 personas.
Menem está acusado de haber intentado desviar la llamada pista siria en los primeros días posteriores al atentado. La Fiscalía y las querellas AMIA y DAIA pidieron para él una pena de cuatro años de cárcel; las querellas del Memoria Activa y del Ministerio de Justicia reclamaron seis años, mientras que la querella de APEMIA exigió 14.
Con hechos que, según la acusación, fueron cometidos durante su presidencia (1989-1999). Se investigan hechos que sucedieron hace 30 años como máximo y 20 años como mínimo. La defensa de Menem entonces puso en juego el derecho expresado en la Constitución Nacional: el derecho a ser juzgado en un plazo razonable.