Finalmente y tras el susto de la semana pasada, Andy Kusnetzoff se recuperó rápidamente de lo que fue su contagio de Coronavirus y tras haber sido dado de alto contó en primera personas como es convivir con el virus.
La noticia sorprendió a todos como también su pronta recuperación, así fue como Andy Kusnetzoff reveló detalles de su internación por coronavirus, que lo obligó a internarse en el sanatorio de La Trinidad por una neumonía «muy grave». Recuperado pero sin poder volver a su casa aún, el conductor habló en Perros de la calle sobre cómo vivió la experiencia de estar solo en una habitación durante ocho días. «Lo importante es que estoy mucho mejor, recuperándome. Ayer me dieron de alta en el Sanatorio. No volví a casa: estoy en un departamento terminando la cuarentena, lo que me quedan de días para poder estar con Flor y Helena. Sigo aislado y solo», explicó.
Además, dijo que cuando asistió a ver un médico, pensé que una vez testeado iba a poder regresar a su hogar. Su médica, sin embargo, le contó el cuadro no era tan sencillo. «Me dijo: ‘Con esta tomografía no te puedo dejar ir…’. Bueno, eso fue un momento difícil. La verdad es que tuve una neumonía bastante grande». Cuando me dijo que no me podía dejar ir porque tenía flor de neumonía, la verdad que entrás en una que no sabés cómo sigue. Empecé a tener fiebre y veía que los médicos me iban chequeando. Me bajaron muchísimo los glóbulos blancos, lo cual era malo porque habla de la infección que tenés y el panorama no era bueno. Uno lo transita y ya, pero hay un día que pasás en el que o mejorás o empeorás y a mí me tocó mejorar…», detalló. «No es fácil. Es duro. Dentro de todo, yo pude salir bien», agregó.
Sobre los síntomas, comentó que «es como que sentís que tenés todo el cuerpo cagado a palos. Estás como agotado, no tenés fuerza. No perdí el olfato ni nada de eso, pero tuve fiebre los primeros días y te van monitoreando el oxígeno. Yo por suerte zafé del respirador, así que toda la semana fui mejorando, por suerte, pero es difícil».
Andy, además, contó cómo pasó los días de aislamiento: «En ese momento tuve un gran poder de adaptación y me entregué, pero entrás a una habitación y pasa una semana y no se abre la puerta. Vos no salís nunca. Entran enfermeros y médicos. Pero no podés ni salir al pasillo. Es muy raro. Eso te da tiempo para pensar, reflexionar. Un poco ahora me angustia al contarlo, pero me parece importante agradecerle a los médicos que, la verdad que para que una doctora te chequee la fiebre deben tardar 15 minutos en vestirse. Es todo un traje completo donde no se filtra nada y ese laburo uno lo aprecia un montón. Son los únicos que entran a verte. Estuve varias veces internado y ahí están tus amigos, la familia pero en esta situación no es así…».
Por otro lado, aprovechó su caso para generar conciencia. «No se confíen. Yo no tuve la omnipotencia, no me relajé nunca y acá estoy. Hasta empecé a usar la máscara transparente que tapa la cara y sin embargo me contagié. Me cuidé consciente totalmente, en ningún momento me relajé… A los relajados, traten de cuidarse. Hagan lo que puedan, pero tomen consciencia y no todo es el asintomático que se le pasa y es solo una gripe. Yo no lo veo así y estuve en una terapia intermedia. Por suerte estoy bien y es lo más importante, pero les cuento mi experiencia que soy uno de los que trató de no contagiarse. Y no tengo idea cómo me contagié tampoco», comentó.