Desde el Ejecutivo creen que el kirchnerismo intentará “meter a todos en el mismo barro”. En la causa de los cuadernos figura un miembro de Lecsa, empresa del primo de Macri, Angelo Calcaterra.
La ola de detenciones y pedidos de indagatoria a la ex presidenta Cristina Kirchner , su ministro de Planificación Julio De Vido y otros importantes funcionarios, llegó al Gobierno. Los nombres están vinculados al cobro de coimas a empresas constructoras y energéticas, contratistas de obra pública.
“No hay posición oficial ni la va a haber por el momento. Es un tema de la Justicia”, afirmaron a La Nación desde el entornodel jefe de gabinete Marcos Peña.
Sin embargo, en el Gobierno creen que el kirchnerismo intentará “igualar todo, y meter a todos en el mismo barro”, basados en que uno de los detenidos formó parte de Iecsa, una de las empresas involucradas y propiedad del primo del Presidente Macri, Angelo Calcaterra.
“Esto es un quilombo muy grande, que no acepta fronteras partidarias”, consideró un funcionario, que se mostró “a la expectativa” de que empresarios ligados al kirchnerismo “también paguen por todo lo que se robaron en estos años”.