La joven de 28 años ratificó el informe y reveló nueva información que complica a Ricardo Centurión, Thiago Almada, Juan Martín Lucero y Miguel Brizuela.
Más allá del escándalo por la fiesta que se llevó adelante, la denuncia por abuso sexual se volvió el foco de atención ante los jugadores de Vélez Sársfield que minimizaron los hechos con sus declaraciones. Sin embargo, la investigación que se lleva adelante en la Comisaría de la Mujer de la localidad bonaerense de San Isidro tuvo un nuevo avance y la situación procesal parece ser contundente.
La víctima se hizo presente y ratificó la presencia de los futbolistas a la vez que indicó que mantuvo relaciones sexuales con Thiago Almada y que Ricardo Centurión ofrecía alcohol permanentemente. Sobre la situación, contó que previo al ataque en su contra, ingresaron «dos personas más», un hombre y una mujer, y dijo que en un momento se «sentía mareada», que intentó irse y que sintió que la manoseaban en sus «zonas íntimas».
Por otro lado, aseguró que en un momento su amiga le preguntó como se sentía pero que no recuerda «haberle respondido» porque Brizuela la «tenía de los pelos» obligándola a «hacerle sexo oral», que Almada habría intentado hacerle «sexo anal» y dijo que su cuerpo «no» le respondía.
«Hijos de puta ¿qué le hicieron a mi amiga?», asegura que gritó la otra chica que la acompañaba al tiempo que remarcó que se «desvanecía». Tras lo mismo, asegura que se despertó en el baño y que su amiga pedía que «llamen a la policía», pero que uno de los jugadores (no mencionó cuál de ellos) le dijo: «calmate, no llames a nadie».
«Cuando mi amiga abrió la puerta yo estaba desmayada con una jarra de plástico en la mano y que un pelado robusto estaba saliendo de encima mío subiéndose los pantalones y riéndose«, dijo en relación a Juan José Acuña, el primer hombre que fue identificado como el responsable del abuso sexual en su contra y después de eso confirmó que los futbolistas «no se preocuparon» por ella ni le «preguntaron cómo estaba» y que se «hacían los desentendidos».
En cuanto a los momentos posteriores a la denuncia, la joven víctima remarcó que «nunca» la atendió «una psicóloga» y en el final de su declaración indicó: «Estoy con ataques de pánico y agorafobia, esta semana tengo que volver a ver al psiquiatra porque dice que me tiene que dar un antidepresivo. Tengo mucho miedo a salir de casa».