El empleado informático está imputado por haberle dado el arma con la que el fiscal murió, y tuvo una catarata de cuestionamientos contra los investigadores.
Diego Lagomarsino pidió este martes la nulidad de la pericia forense realizada por la Gendarmería Nacional que estableció que al fiscal Alberto Nisman lo mataron en enero de 2015. Mediante un escrito presentado por su abogado Gabriel Palmeiro, Lagomarsino además planteó la nulidad de la pericia que entregaron los expertos designados por la jueza Sandra Arroyo Salgado, exesposa del fiscal de la causa AMIA y querellante en este expediente en representación de sus hijas.
Según indicó el empleado informático, quien está imputado en la causa por haber sido quien le entregó a Nisman el arma que intervino en su muerte, la pericia «no está fundamentada pues se partió de una premisa que fue examinar el caso como un homicidio», a tal punto – según los expertos- que los gendarmes hacían referencia a la escena del crimen.
Además, dijo que las conclusiones están basadas en esa premisa infundada y que hubo incluso un adelantamiento de opinión, algo que se reflejó en distintos artículos publicados los últimos días en la prensa. También expresó que fue «irregular» el hallazgo de ketamina en el cuerpo de Nisman, ya que consideró que no está claro cómo se arribó a ese resultado y plantó sospechas sobre el instrumental utilizado, ya que podría haber estado contaminado con esa sustancia.
Por otra parte, Lagomarsino cuestionó el informe psicológico y psiquiátrico ya que –según dijo- «descarta sin fundamento la posibilidad de encontrase con una persona de actitud suicida». Por otro lado, aseguró que los golpes que los expertos señalan como producto de intento de los homicidas de quebrar la voluntad de Nisman fueron hechos, en realidad, con el fiscal sin vida. Su último pedido fue Lagomarsino que se cite a todos los expertos de la Gendarmería y de parte para que declaren como testigos ante el fiscal Eduardo Taiano y el juez Julián Ercolini.
