Aseguran que es «inminente» por la situación actual de los precios en el mundo.
Las petroleras analizan aplicar en las próximas horas un nuevo aumento en los combustibles que estará comprendido ente un 2 y un 5 por ciento. Las principales empresas argentinas argumentan que es «insostenible mantener congelados los precios con el salto que tuvo el tipo de cambio el mes pasado y tras la suba del barril de crudo en el mundo», por lo que la suba es «inminente».
Según publicó Clarín, la petrolera estatal YPF sería la primera en subir sus precios y luego le seguirán las demás. A su vez, la misma había ya aplicado aumentos de un 6% promedio en las naftas y el gasoil en todo el país, resultando así que los precios alcancen 22,66 pesos para la súper; nafta premium o Infinia 26,15 pesos; diésel 19,99 pesos y diésel premium 23,18 pesos.
A principios de diciembre los precios ya se habían incrementado en un 6% lo que decantó en un promedio final de alzas a lo largo del año que, en la Ciudad de Buenos Aires, acumuló un 32,6% en el litro de nafta súper, un 35,5% en el de premium y un 28,6% en el gasoil.
En consecuencia, los anteriores números tuvieron un fuerte impacto en la inflación, que en el último mes del año se ubicó entre el el 2,5% y el 2,8%, según mediciones privadas. De acuerdo con lo que asegura el portal citado, la causa es la liberación del mercado de combustibles, que ocurrió en octubre.
De esta manera, sin regulación estatal, ante un incremento en el barril internacional, las compañías locales pueden trasladar al consumidor la suba en el costo que pagan por la materia prima. Durante diciembre, el precio del crudo aumentó un 5,1% aunque el costo mayor fue de las empresas, ya que el barril se paga en dólares y el valor de esta moneda saltó de 17,45 pesos a 19,12 en pocos días.
Además, todavía existe la posibilidad de que las estaciones de servicio extraigan las tarjetas de crédito como modalidad de pago que, desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) decidieron postergar para febrero aunque se había prometido para 2018.