La exesposa de Alejandro Vandenbroele e impulsora de la causa Ciccone dijo que «siempre estamos beneficiando a los malos, a los que hunden al país, y se perjudica a la gente buena, que trabaja».
Laura Muñoz es la expareja de Alejandro Vandenbroele (signado como el testaferro de Amado Boudou) y se hizo conocida por ponerle voz a uno de los episodios más resonantes que protagonizó la gestión kirchnerista en donde se constataron irregularidades en el proceso de salvataje de la ex Ciccone Calcográfica.
La denunciante de la causa, habló con Sábado Tempranísmo por radio Mitre tras el dictamen del fiscal Marcelo Colombo a favor de concederle la libertad condicional al exvicepresidente. «Estoy indignada, es muy frustrante para todos», dijo la mujer y agregó al respecto: «Con esto dan el ejemplo de que para tener libertad, beneficios, vivir tranquilo hay que ser un ladrón, ir en contra de todas las leyes».
Muñoz lamentó la chance de que la Justicia beneficie al también exministro de Economía quien según trascendió podría obtener la libertad el próximo martes. «No paga la condena y es beneficiado: da clases en la UBA, como si fuera un gran señor; hace un curso de wedding planner y electricista y le regalan años de libertad», explicó con frustación.
«Siempre estamos beneficiando a los malos, a los que hunden al país, y se perjudica a la gente buena, que trabaja. No puedo creer cómo las personas no se rebelan», agregó.
«Tomemos de ejemplo la liberación de Boudou para que esto no vuelva a pasar en nuestro país, no podemos dar el ejemplo como adultos si seguimos votando a esas personas”, pidió Muñoz.
Finalmente la expareja de Vandenbroele recordó cómo era amenazada cuando declaró. «Me perseguían, me dejaban notas amenazantes», dijo y afirmó haber quedado con secuelas y que le hace «muy mal escuchar a la vicepresidenta, Cristina Kirchner».
“Cristina tiene un problema psiquiátrico enorme. No podemos dejar que quede impune. Ella se está burlando de las víctimas de la AMIA y de todos los que quedaron discapacitados», cerró.
