«La dirigencia política no funciona a la altura de lo que Argentina le puede dar a sus habitantes en función de los recursos que tenemos», manifestó el precandidato presidencial de Consenso Federal.
El precandidato presidencial de Consenso Federal Roberto Lavagna sostuvo hoy que «para que la economía arranque hay que devolverle a los argentinos el 16% de salario que perdieron».
«Para que la economía arranque, hay que ponerle plata en el bolsillo a los argentinos, devolverles progresivamente el 16% del salario que perdieron, subiendo el salario mínimo por ejemplo; bajar los impuestos sobre todo a pequeñas y medianas empresas que reinviertan o generen puestos de trabajo», señaló al enumerar una batería de medidas económicas para reactivar la rueda del crecimiento económico.
«Nuestra economía, por los recursos que tenemos, debería crecer a una velocidad crucero de 4% por año», agregó.
En línea con su discurso de diferenciación respecto de los dos polos dominantes de la campaña, el economista resaltó que la Argentina debe encontrar una alternativa que no sea «ni el pasado ni el presente», dado que a su entender «no satisfacen los resultados de ninguno de los dos» proyectos políticos.
Al hacer alusión al kirchnerismo y al macrismo, Lavagna sostuvo que «se trata de dos gobiernos con políticas totalmente distintas, uno más populista, otro con predominancia del sector financiero, pero con iguales resultados».
Al hacer un análisis de la gestión kirchnerista, indicó que «los últimos cuatro años de gestión de Cristina fueron de estancamiento». Sin embargo, subrayó que el cuadro de situación se agravó con el macrismo, al juzgar por la caída de los ingresos reales desde el 2015 a la fecha.
«El ingreso per capita de los argentinos es menor que en 2015 porque tuvimos tres años recesivos, además hay inflación, falta inversión, se perdieron 300 mil empleos en blanco, la pobreza alcanzó a más de la mitad de los jóvenes menores de 17 años», lamentó en declaraciones a Radio Con Vos.
Y añadió que «muchas cosas venían mal, pero las han empeorado, por ejemplo la inflación real, que era del 25% cuando recibieron el gobierno, ha saltado a 40%». «La dirigencia política no funciona a la altura de lo que Argentina le puede dar a sus habitantes en función de los recursos que tenemos», precisó.
Consultado sobre los términos de negociación de la deuda con el FMI, señaló que «la clave» debe ser no aceptar todo «lo que ellos piden» sino tratar de sostener una «posición» favorable para el país.
«Si agachamos la cabeza y firmamos, tenemos un programa como el de ahora. Si lo usamos con fines populistas y llenamos las calles de gente contra el Fondo, probablemente nos aislemos del mundo. Ni la aceptación total, ni la violencia inútil. Hay que demostrar apoyo interno del país porque el respaldo y la seriedad técnica, hacen que tomen una posición distinta a venir y dar órdenes», finalizó.