Por la devaluación, las subas llegaron al 93% en algunos vehículos. Con las bonificaciones al contado avanzaron 60%.
La devaluación y el rebrote de la inflación hicieron que el precio de lista de los autos 0km aumentara hasta un 93% en 2018. El alza en promedio estuvo alrededor del 80%.
Sin embargo, en el que consideraron “el peor año para la rentabilidad en un década“, los vendedores finales nucleados en la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) afirmaron que, gracias a las bonificaciones de precios y de tasas, y el enorme sobrestock en el mercado, algunos modelos tuvieron aumentos menores, del 60%.
Esos precios, aclaran, se consiguen con el dinero sobre la mesa, y no con plan de ahorro.
“Este fue el peor año en rentabilidad de la década”, afirmó Ricardo Salomé, tesorero de Acara. En los primeros seis meses, con un dólar atrasado y con mucha importación de autos de Brasil, la enorme competencia, oferta y presión de las terminales terminó erosionando la rentabilidad de las concesionarias.
En mayo, todo se frenó abruptamente con la corrida cambiaria, y hoy los puntos de venta tienen un stock aproximado para seis meses con un alto costo financiero. Según Salomé, este año cerraron 20 concesionarios y hay 15.000 trabajadores “en situación endeble”.