El líder sindical de ese rubro había dicho en la semana que «iban a dar vuelta los autos que salieran a prestar servicio».
Las amenazas del gremialista Omar Viviani parecen no haber calado en muchos trabajadores de su sindicato, el de peones de taxi. Es que pese a los aprietes del sindicalista, que dijo que iban a «dar vuelta» los autos que salieran a prestar servicio, cientos de conductores trabajaron normalmente este jueves en la Ciudad de Buenos Aires.