El presidente del grupo empresarial de alimentos manifestó la necesidad de un plan económico para el país y resaltó que las empresas nacionales deben fijar su propio rumbo y «ser independiente» ante los vaivenes del país
Antes de que la crisis cambiaria y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) conformaran un panorama económico de incertidumbre, el presidente del grupo Arcor, Luis Pagani, cuestionó tanto una «falta de dirección» en el rumbo económico del Gobierno como de un conductor. A su vez, cuestionó a los conglomerados empresarios por su falta de «foco» y consideró que el consumo cayó «poco», pero que «cayó» respecto a 2015.
Frente a la apertura a los mercados internacionales que es política exterior del actual Gobierno de Mauricio Macri, el líder de la multinacional argentina no se mostró disconforme, pero si insistió en lo que consideró vital: un plan económico que de sustento al modelo y a la inserción en el mundo
En esta línea, consultado acerca de las similitudes de las medidas económicas de estos tiempos y las aplicadas en los 90, Pagani advirtió sobre «algunas características similares» y aseguró compartir la idea de que Argentina tiene que integrarse al mundo» pero consideró que hoy en día el país «sufre una falta de competitividad que la hace inviable» y por eso manifestó la necesidad de primero «darle una previsibilidad a la economía argentina para luego si dar ese paso de integración al mundo».
Y trasladó ese problema al crecimiento económico, ya que opinó que no sólo con inversión y agricultura puede tener un balance positivo sino que reiteró que «al Gobierno le falta un plan de tres , cuatro años» en el que se junten » los principales empresarios y las PyMEs» y que se les diga «prepárense porque en tres años vamos a hacer esto y esto».
«Que sepamos con qué vamos a contar de infraestructura, porque un tema que complica nuestra integración al mundo es la falta de infraestructura. El problema de la caída de exportaciones, no está en la fábrica, está en el camino hasta el puerto», detalló en una entrevista que brindó a Perfil.
En este punto, resaltó la dicotomía entre los anuncios del Ejecutivo que alegan un crecimiento del 3% en la economía mientras que en la industria se perdieron 68 mil puestos de trabajo en 2018: «Es totalmente contradictorio, y real. Si hablo como industrial, falta una dirección, saber qué industria queremos, hacia adónde queremos integrarnos. En eso el Gobierno no ha sido explícito. Yo no creo que Argentina deba ser un país cerrado, pero antes de tener una apertura así, indiscriminada, tenemos que ver cuáles son los sectores más sensibles, ver si hay efectos no deseados. Nadie se reconvierte en uno o dos años, hay que darse un tiempo»
Se sumó, además, a las críticas recurrentes tanto de la oposición como de algunos miembros del oficialismo que alertan sobre la dificultad que presenta la falta de una figura centralizada que administre la economía del país. «Es difícil manejarla con cinco ministros», sostuvo y añadió tal factor a la falta de un plan integral.
El «foco» empresario
La cabeza de Arcor, en este esquema, distinguió a su grupo empresarial del resto por «ser independiente» del contexto a nivel país ya que «otros empresarios miran cada cambio como una oportunidad» y por el contrario, el suyo, tiene «un norte, un plan» y la «ambición de ser globales».
En tanto, al ser consultado sobre el por qué un informe asegura que las compañías manejadas por su línea fundadora crecieron en el último tiempo 3 veces más que aquellas administradas por CEOs, Pagani relacionó la identidad de su propia empresa con el linaje familiar y atribuyó los resultados a que «para llevar una empresa más allá de la rentibilidad hay que tener pasión». «Eso lo enseñan los fundadores«, puntualizó.
«Hay CEOs que han llevado casos de éxitos de empresas profesionales, y hablo también de consumo masivo. En general, en nuestra industria del confectionary, salvo Nestlé y Mondelez, en el mundo todavía son de familias. Está la familia Mars, la familia Ferrero, y se da esta condición de CEO y familia, similar a la que yo tengo», precisó.
Tras esta afirmación, marcó una clara diferencia con Socma o Grupo Macri, a quien definió como «un conglomerado de distintas empresas» que actúa en múltiples actividades mientras que Arcor sería elmodelo a la inversa ya que «era la oferta y la demanda del momento».»Arcor tiene un foco, y Socma, como conglomerado, busca la oportunidad del momento. Entra y sale«, afirmó.
Consumo
El presidente de Arcor midió el nivel de consumo per cápita a partir de los números que se manejan en Arcor y aseguró que «durante los dos últimos años del anterior mandato, más los dos primeros años de Macri, el consumo está flat», es decir, «no han habido caídas de más de un dígito ni tampoco un crecimiento de un 3,4%». Sin embargo, admitió: «Como consumo general ha caído, sí»
Ante a la pregunta de si se consume «lo mismo que en 2015», Pagani dudó: «Respecto de Arcor, sí. Creo que el mercado de consumo cayó un poco más. Puede que nosotros tomemos alguna porción más de mercado, pero diría que es parejo. Lo que sí se da es una distorsión en la comercialización. Hoy el canal moderno es el que más sufrió en estos cuatro años. El mayorista ha tomado ese lugar».
