Según el escrutinio provisorio, que clavó el conteo en el 98,67 por ciento de las mesas, el precandidato peronista cosechó 47,65 puntos: es decir, cerca de la mitad de los electores se inclinó por su postulación.
La matemática electoral muestra la dificilísima parada que tendrá el presidente Mauricio Macri en las generales de octubre si quiere lograr la reelección, ya que tendrá que conquistar casi la totalidad de los votos que no se inclinaron por él ni por el postulante del Frente de Todos, Alberto Fernández.
Según el escrutinio provisorio, que clavó el conteo en el 98,67 por ciento de las mesas, el precandidato peronista cosechó 47,65 puntos: es decir, cerca de la mitad de los electores se inclinó por su postulación.
Con el líder del PRO obteniendo 32,08 por ciento, el espacio que no se adentró en la grieta se quedó con 20,27 puntos: sin embargo, el número se reduce si se tiene en cuenta que es casi nula la chance que tiene Juntos por el Cambio de poder conquistar parte de los 871.330 que votaron al postulante del Frente de Izquierda-Unidad, Nicolás del Caño, o a la del MAS, Manuela Castañeira.
Es decir, sin el electorado de izquierda y en caso de mantenerse estable la cantidad de participación electoral, Macri deberá hacer un grandísimo esfuerzo y una campaña descomunal para a sumar casi la totalidad de los 3.310.151 de argentinos que se inclinaron por seis precandidatos en estas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Ese tesoro electoral está integrado por los 2.006.977 de votos que obtuvo el postulante de Consenso Federal, Roberto Lavagna; los 642.636 sufragios que apoyaron al «provida» Juan José Gómez Centurión; los 533.081 que avalaron las ideas del economista liberal José Luis Espert; los 58.572 que se inclinaron por el nacionalista Alejandro Biondini; los 36.323 del vecinalista Raúl Albarracín; y los 32.562 del postulante del Partido Autonomista, José Antonio Romero Feris.
Las próximas horas serán claves para el oficialismo, que tendrá que analizar con qué medidas de gobierno y cómo encara la campaña de cara a las generales del 27 de octubre para intentar captar la mayor cantidad de votos posibles de los ciudadanos que no cayeron en la grieta.
Fuente: NA