El punto neurálgico de la manifestación convocada principalmente por productores agropecuarios y sectores de la oposición fue la localidad santafesina de Avellaneda, donde está la sede de la cerealera.
La protesta convocada para rechazar la posible expropiación de la cerealera Vicentin bajo la consigna de «Banderazo nacional» se convirtió esta tarde en una movilización masiva que abarca varias localidades del interior y el microcentro porteño.
El punto neurálgico de la manifestación convocada principalmente por productores agropecuarios y sectores de la oposición se fue la localidad santafesina de Avellaneda, donde está la sede de Vicentin.
La caravana de tractores, automóviles y personas a pie con banderas argentinas se registró también en distintos puntos de Córdoba, Chaco, Entre Ríos y Buenos Aires y tiene su réplica en el Obelisco porteño.
A la consigna inicial en contra de la expropiación de Vicentin anunciada por el Gobierno y puesta en duda en las últimas horas, se sumaron luego otras sobre la «defensa de la propiedad privada» y los «derechos individuales».
Mientras que en el interior del país los manifestantes se refieren principalmente al conflicto sobre la cerealera y el rechazo a una posible expropiación, en el microcentro porteño se escucharon también quejas contra el aislamiento dispuesto frente a la pandemia de coronavirus.
La movilización comenzó por la mañana en la provincia de Córdoba, entre Sinsacate y Jesús María, donde según Oscar Nicolodi, gerente de la Sociedad Rural local, «hubo 12 kilómetros de cola» de productores rurales y habitantes urbanos que se sumaron a la protesta.
La convocatoria inicial partió desde distintos sectores de las agrupaciones que integran la Mesa de Enlace (Confederaciones Rurales Argeninas, Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina y CONINAGRO) y se sumaron luego sectores de Juntos por el Cambio y la agrupación Campo + Ciudad.
Uno de sus referentes, Sebastián Quiroga, de la localidad cordobesa de Villa Dolores, sostuvo este sábado que las movilizaciones «no son por Vicentin sino por el respeto de las libertades individuales y la propiedad privada».
«El Poder Ejecutivo no tiene por qué ir sobre el Poder Judicial para hacerse cargo de una caja, porque en definitiva es eso», manifestó en declaraciones radiales.
La intervención de Vicentin fue anunciada por el Gobierno pero puesta en duda en las últimas horas tras un fallo judicial y gestiones por parte del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que busca un camino intermedio con intervención judicial.
El proyecto de intervención anunciado por el presidente Alberto Fernández no fue enviado todavía al Congreso.