RECAMBIO LEGISLATIVO. Siete oficinas -que aún no fueron ocupadas pero sí están asignadas- fueron fajadas.
En el Senado debieron fajar 7 despachos del Palacio Legislativo para impedir que fueran “usurpados” por algún senador, según publicó este martes Clarín. Todas las oficinas de los senadores a los que se le finaliza el mandato -y no lograron renovar- ya fueron asignados por las autoridades, aunque algunos aún no fueron ocupados. Con las fajas se quiere evitar que alguno de los que quedan vacíos sea usurpado ilegalmente.
La disputa por los despachos es un clásico con cada recambio legislativo. Todos los senadores quieren un despacho en el codiciado Palacio Legislativo y no en el anexo de la ex Caja de Ahorro. ¿Razones? Estatus y mayor comodidad: para las sesiones, reuniones de comisión y “roscas” no tienen que estar cruzando la calle.