El plan del Ejecutivo es reforzar los límites territoriales. Desde las Fuerzas Armadas temen un vaciamiento de los cuarteles y campos de instrucción
El Gobierno planea movilizar “3 mil suboficiales del Ejército a la frontera” con el objetivo de brindar «apoyo logístico» en los límites territoriales. El martes, el presidente Mauricio Macri y los ministros de Defensa, Oscar Aguad y de Seguridad, Patricia Bullrich deberán definir el esquema pero según fuentes gubernamentales «la decisión política ya está tomada».
Según consigna Clarín, las tareas de los efectivos de las Fuerzas Armadas estarán ligadas a los decretos de la ex presidenta Cristina Kirchner del 2011 que dieron lugar al “Operativo Escudo Norte” de la ex ministra de Seguridad Nilda Garré y el ex número dos de esa cartera, Sergio Berni.
Desde el ministerio de Seguridad, aseguraron que la titular de la cartera no «sacará» a los 3 mil gendarmes que en la actualidad ocupan 800 puestos en la frontera o prefectos de sus 250 por la tarea que están realizando de descomiso de drogas que «aumentó el 200 por ciento en los últimos dos años”.
En cambio, en los planes de Bullrich sí está una «reestructuración operativa» de la Policía Federal, la Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeronáutica y la Prefectura para sacar más efectivos de las oficinas y ponerlos en las calles de la Capital, el Gran Buenos Aires y otros centros urbanos del país.
De acuerdo a las fuentes de Defensa, se teme que detrás de esta nueva organización haya una intención de «liberar inmuebles como cuarteles y campos de instrucción o planes para darle un gerenciamiento privado a la sanidad militar a fin de recaudar fondos y reducir el déficit» y aseguraron que deberían ser consultados acerca de que unidades podrían reducir efectivos en concordancia con una perspectiva estratégica.
Además de haberse postergado la definición sobre el futuro de las Fuerzas Armadas que se pensaba iba a ser anunciado luego del hundimiento del ARA San Juan, el Ejército no está conforme con que hace varios meses «se demoran los ascensos, no se terminaron de blanquear los sueldos, se redujeron las agregadurías militares en el exterior y se detecta una nula inversión en nuevos equipamientos», entre otros problemas.
Sin embargo, lo que más preocupa a los militares es que el Gobierno les esté dando un «rol secundario» en relación a las fuerzas de seguridad. Respecto al «Operativo Escudo Norte» que se realizó durante el kirchnerismo, una alta fuente del Gobierno se quejó: “Movilizar militares por movilizar solo creó una enorme deuda con los militares por los viáticos. Hay que definir funciones concretas con una lógica de productividad”.
En este marco, Aguad deberá definir una nueva función para las FF.AA mientras que Bullrich apunta a que “cierren pasos no habilitados de la frontera o abran otros”, entre otras misiones de apoyo logístico contra el narcotráfico y otras nuevas amenazas.
