Se encontraba internado en un geriátrico en donde falleció a la edad de 83 años.
El exodontólgo, que en 1995 había sido condenado a prisión perpetua por haber asesinado a su esposa, sus dos hijas y su suegra, murió este lunes en un geriátrico de la localidad bonaerense de José C. Paz.
En 2008 fue beneficiado por la prisión domiciliaria, la cual le fue revocada y a posterior restituida en 2011, finalmente en marzo de ese año recibió la libertad condicional.
Barreda pasó sus últimos años en la pobreza. Sin hogar, tras vivir un año entre los pasillos del Hospital General Villegas de Pacheco -donde se decía que simulaba ser otra persona, que amenazaba a médicos y enfermeros- fue internado por un breve período en el hospital Eva Perón del municipio.
Desgastado, Barreda usaba pañales en el centro médico, tenía lagunas en su discurso, algo que varios médicos tomaron por síntomas de Alzheimer, aunque nunca fue diagnosticado. Antes vivió una pensión de la zona, donde el dueño lo intimó a echarlo: Barreda gritaba, hablaba solo, a veces gritaba.
En la peatonal de San Martín la gente lo seguía para pedirle fotos. Se lo veía comiendo en una fonda de la zona. Decía en ese entonces que le era difícil recordar a sus hijas.
Barreda fue trasladado el 10 de marzo al geriátrico por su cobertura médica del PAMI tras ser derivado del Eva Perón. Un conocido se comunicó con el lugar tras su muerte, la única persona en contactarse, ya que no tiene familiares cercanos. Sus restos fueron trasladados a una cochería de la zona, donde será velado mañana.