El ex jefe de la Policía Bonaerense durante la última dictadura militar cumplía una condena a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.
El genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz, ex jefe de la Policía Bonaerense condenado por delitos de lesa humanidad en la última dictadura militar, murió hoy a los 93 años, en una clínica de La Plata a la que había sido trasladado en las últimas horas para ser sometido a una intervención quirúrgica.
“Falleció Etchecolatz. En cárcel común y sin decir adónde están”, publicó Guadalupe Godoy, una de las abogadas que lideró la querella contra el genocida en la causa por la desaparición de Jorge Julio López. en su cuenta de la red social Twitter minutos antes de las 7 tras recibir la noticia por parte del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.
“Etchecolatz estaba alojado en la Unidad 34 de Campo de Mayo y fue derivado hace un mes y medio a una clínica. No me dijeron nada más pero con eso nos alcanza”, precisó la abogada.
Y agregó: “Tenía cinco prisiones efectivas. La domiciliaria que le había dado Casación era en una sola causa y no se había hecho efectiva”.
Etchecolatz había sido beneficiado en las últimas semanas con una prisión domiciliaria en virtud de su deteriorado estado de salud, pero tal beneficio no llegó a concretarse por la cantidad de condenas que lo retenían en una cárcel común.
Los jueces Carlos Mahiques, Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma habían firmado esa petición para Etchecolatz basándose en los problemas de salud del ex policía, tras un informe del Cuerpo Médico Forense (CMF).
“Tiene antecedentes de HTA, ACV isquémico, Ex TBQ, deterioro cognitivo, insuficiencia cardíaca, insuficiencia venosa, HPB, diverticulosiscolónica”, indicaron en el fallo. Y advirtieron: “Requiere de un cuidador de adultos mayores las 24 horas del día, para poder realizar cualquier actividad de la vida diaria y ello no puede ser garantizado por ninguna unidad dentro del Servicio Penitenciario Federal”.