El dato surge de un informe del Observatorio Gente en Movimiento.
De acuerdo con el informe de IX Índice de Calidad de Vida del Observatorio Gente en Movimiento, un 87% de los habitantes de la Ciudad, (nueve de cada diez porteños) tienen miedo a salir a la calle por la inseguridad.
“El Observatorio generó estos datos para suplir la falta de estadísticas públicas sobre inseguridad en la Ciudad del 2020. Una manera de aproximarse a la situación actual fue indagar en qué medida los vecinos de la Ciudad tienen más, igual o menos miedo de salir a la calle con respecto al período previo a la pandemia”, explicó la coordinadora de este centro de estudios, la periodista y diputada nacional del Frente de Todos Gisela Marziotta.
Por otra parte, el informe señala que “pareciera existir” un clivaje de género en el fenómeno de la inseguridad actual: entre las mujeres el temor llega al 52% de las ciudadanas, mientras que alcanza entre los hombres al 34%.
“La inseguridad ha ido escalando entre las prioridades de los porteños, de acuerdo con esta novena entrega del Informe sobre Calidad de Vida durante la Crisis del Covid-19 en CABA”, reveló Marziotta.
Desde septiembre la inseguridad es considerada la principal prioridad de los porteños, en paridad con la salud, ambas como prioridad para el 23% de los ciudadanos de CABA.
De acuerdo a estos los indicadores, el 57% de los porteños considera que la inseguridad empeoró en los últimos 3 meses. En las comunas del sur (4, 8 y 9) sostiene que la inseguridad aumentó un 60%.
“El 43% de los porteños si pudiera se irían a vivir a otra Ciudad, porcentaje que se mantiene estable desde el mes de julio, lo cual evidencia un descontento con la calidad de vida de los porteños”, sostiene el informe.
En cuanto al uso del medio de transporte, de acuerdo con el relevamiento del Observatorio, “1 de cada 3 porteños buscan un medio de transporte más económico”.
Este cambio viene a reforzar una cuestión estructural presente en la Ciudad de Buenos Aires: “El uso de los transportes está definido por el poder adquisitivo y no por una oferta de transporte público superadora”, detalla.
El documento a su vez enfatiza: “Las falencias en el entramado de transporte público han llevado a un crecimiento del uso del automóvil particular, que tiene externalidades negativas para el resto de la ciudad (inseguridad vial, uso excesivo del espacio por persona trasladada, contaminación acústica y del aire)”.
En este sentido desde el Observatorio se plantea la necesidad de desincentivar el uso del automóvil no con aumentos, sino con una oferta de transporte público acorde a las necesidades de la Ciudad.
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