El nuevo formato abarcará a todos los estatales y habrá premios y castigos salariales; los cursos serán presenciales o a distancia.
El Gobierno nacional apuesta a cambiar el funcionamiento del Estado mediante la creación de una universidad para trabajadores públicos. Con esta implementación, los empleados del sector podrán ser premiados o castigados en el ámbito salarial según los resultados que obtengan durante su capacitación.
La regla valdrá tanto para los empleados de nivel básico como para quienes tienen puestos de mayor jerarquía dentro de la carrera estatal y constituyen la conducción más permanente del sector público, debajo de la cambiante conducción política.
El presidente Mauricio Macri fue quien solicitó la norma al ministro de Modernización, Andrés Ibarra, el mayor responsable de esta iniciativa. «Queremos crear una universidad pública que esté compuesta por programas que tengan que ver con itinerarios formativos en la carrera del empleado del Estado», declaró Ibarra a La Nación.