En un entorno de tasas de interés al alza en Estados Unidos, se prolonga el rápido aumento del metal precioso.
Hasta el punto de que el encarecimiento de la onza en el mercado de Londres es ya en lo que va de 2017 del 9,4%, por encima del 8,56% de la revalorización registrada el pasado año.
El metal precioso alcanzó máximos el año pasado en los 1.366 dólares por onza tras el Brexit, y la búsqueda de activos refugio que desató, y se relajó hasta el entorno de los 1.125 dólares a mediados de diciembre, después de la euforia por la victoria de Donald Trump.