Fabián Tarrío, presidente de la Confederación, se refirió a la caída del 1,5% en las ventas minoristas durante febrero y lo adjudicó a que hay «menos liquidez en las calles».
Las ventas minoristas de los comercios pymes finalizaron febrero con una caída de 1,5% frente a igual mes del año pasado, y acumulan una baja anual de 1,3% en los primeros dos meses de 2018, según indica un comunicado de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Al respecto de esos números el presidente de la Confederación, Fabián Tarrío, aseveró: “Hay menos liquidez en la calle para destinar a consumo y eso está retrayendo las ventas minoristas. Sería muy importante revitalizar el Ahora 12 con costo financiero cero para sostener el mercado”.
“El descenso estuvo muy determinado por el direccionamiento de consumo hacia otros mercados debido a la incertidumbre sobre el rumbo económico, la suba del dólar que generó mayores temores, y las expectativas de subas de ingresos moderados que tienen las familias para este año”, aseguran desde el CAME.
Prevalecieron las ventas con tarjetas, y mucho en cuotas, donde los comercios volvieron a ofrecer 3 o 6 pagos sin interés. En algunos casos hasta 12.
En ese sentido, muchos negocios bajaron precios para incentivar la venta asumiendo los costos de esos descuentos y eso permitió darle fluidez al consumo. Otros se lanzaron a la venta online, para captar el público que compra por esa vía. Todo ayudó a traer algo de consumo.
En febrero, el 51,5% de los comercios consultados por el CAME tuvieron caídas interanuales en sus ventas con una fuerte suba en esa proporción frente al mes anterior (45,1% en enero). A su vez, el 36,8% registró aumentos (39,9% en enero) y el 11,8% se mantuvo sin cambios.
En aquellas tiendas que venden productos importados fue de una mayor incidencia el constante aumento del dólar que encareció los importes. Algunos optaron por absorber esas subas, pero otros debieron trasladarlas. En rubros como indumentaria, calzados, textil blanco, marroquinería, y muebles hubo grandes liquidaciones desde principio de mes que ayudaron a esos negocios a cerrar febrero con un balance de ventas positivo, aunque “no necesariamente de rentabilidad”.