Los fiscales de la causa argumentaron que en libertad podrían amenazar a las víctimas y sus familiares. También los apuntaron por intentar entorpecer la investigación. Minutos antes habló el papá del juvenil de Barracas Central.
Los fiscales que investigan el asesinato de Lucas González, jugador de inferiores de Barracas Central, pidieron la detención de los tres policías involucrados en el crimen. “Confío en que se van a pudrir en la cárcel. No tengo otro pensamiento que ese”, había dicho minutos antes Mario, padre de la víctima, en diálogo con Sábado Tempranísimo, por Radio Mitre.
“Sé todo lo que movilizó esto a la gente. No se puede ocultar nada más. Están acorralados. Malvivientes. Me lo mataron en el momento y encima lo esposaron. Que la justicia se encargue. Que pongan los cojones para decir yo fui y no intentar tapar lo que hicieron”, dijo el papá, notablemente dolido por el fallecimiento de su hijo, a quien hoy comenzaron a practicarle la autopsia.
Los acusados son el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, que integraban la brigada de Sumarios e Investigaciones de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.
La causa que los tiene como únicos sospechosos fue caratulada como «homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones», y prevé penas de hasta condena perpetua.
En su resolución, los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andrés Heim determinaron que los policías imputados «tergiversaron los hechos al momento de informarlos a la autoridad judicial para mejorar su situación procesal, circunstancia que daría cuenta no solo de su voluntad de sustraerse del proceso penal que se le sigue, sino también entorpecer la investigación».
Y además argumentaron que se los debe detener ante la posibilidad de que puedan «amedrentar y hostigar a testigos y familiares, mas aún conociendo los pormenores de un proceso penal por la función propia» al estar en libertad.
