Gabriela Lizana, presidenta de la Asociación de Productores del OASIS del Este de Mendoza y miembro de la CAME manifestó su descontento por la aplicación de impuestos al vino.
De acuerdo a la Reforma Laboral que propone el Gobierno, varios sectores de la oposición criticaron el proyecto y lo determinaron como una «flexibilización». Pero no sólo desde el ámbito político están en desacuerdo, los más afectados también alzaron su voz rechazando la propuesta, es decir, el sector productivo.
Gabriela Lizana, presidenta de la Asociación de Productores del OASIS del Este de Mendoza, quien representa «al sector más débil de la cadena de la vitivinícola» y miembro de la CAME consideró que la propuesta del Gobierno es «un problema más cuando se trata de actividades genuinos de la gente y las economías regionales».
En dialogo con Ventana Abierta por FM Milenium, advirtió que este tipo de decisiones de considerar al vino como un «producto no saludable» y promover al no consumo son «un desconocimiento tremendo de las autoridades nacionales de cómo funcionan las cadenas productivas y lo que significan las economías regionales» .
Por otra parte, haciendo referencia a la aplicación de impuestos a las bebidas alcohólicas que hay en otros países, volvió a remarcar el total desconocimiento de «la estructura comercial vitivinícola» ya que poniendo como ejemplo a Chile subrayó que «tienen el 85% de sus productos exportados, por lo tanto este tipo de impuesto es anecdótico» ya que dicho impuesta afecta al consumo interno. «Chile tiene una política exportadora envidiable», agregó.
En la asamblea que mantuvo CAME de las economías regionales todos coinciden en el mismo reclamo en contra de la propuesta, por lo que Lizana, sostuvo que «esto debe ser una llamada de atención para el Gobierno y que ponga su mirada en las economías regionales». «Si quieren puestos de trabajos, nosotros los podemos dar, pero lo que necesitamos políticas públicas orientadas a sostenerlas», concluyó.