Se trata de la premier que menos tiempo estuvo en el cargo: 45 días. Se quedará en el cargo hasta que el Partido Conservador elija a su sucesor.
La primera ministra británica, Liz Truss, renunció a su cargo un mes y medio después de llegar al poder, jaqueada por crecientes pedidos de dimisión de su propio Partido Conservador luego de que su política económica hiciera tambalear a los mercados.
«Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato para el que fui electa por el Partido Conservador», dijo Truss, de 47 años, en la puerta de su residencia oficial, un día después de afirmar que era una luchadora y no alguien que se rendía.
Un frustrado plan económico presentado por el Gobierno el mes pasado causó inquietud en los mercados y una crisis política que incluyó el reemplazo del ministro de Finanzas, varios giros de 180 grados y un quiebre de la disciplina en el partido gobernante.
La libra cayó a su nivel más bajo de la historia y los rendimientos de los bonos de Estado a largo plazo se habían disparado, mientras que el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para impedir que la situación no llegara a una crisis financiera.
El nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, no solo dio marcha atrás con el paquete de medidas, sino que además anunció una suba de impuestos y recortes en el gasto público, generando aún más el descontento en la población.
Hunt dijo hoy que no tenía previsto ser candidato para reemplazar a Truss.
La próxima semana se realizará la elección de liderazgo para sustituir a Truss, quien es la primera ministra que menos tiempo ha estado en el cargo en la historia del Reino Unido.