Desde el Fondo elogiaron el compromiso para cumplir con la meta fiscal pactada.
El FMI estimó que la actividad económica argentina podría mostrar “signos de recuperación” en el segundo trimestre de este año, y comenzará a bajar la inflación a partir de la reducción de tasas de interés y el aumento del salario real y las exportaciones.
Así lo indicó el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario, Alejandro Werner, quien sostuvo que “el plan de estabilización del gobierno argentino, basado en políticas monetarias y fiscales revisadas y fortalecidas, ayudó a atenuar las turbulencias financieras y estabilizar el tipo de cambio”.
“Hemos visto un compromiso muy claro del Gobierno en cumplir con las metas fiscales que ellos establecieron para 2018, incluso más estrictas de las que tenían aún antes de venir al Fondo”, destacó.
Werner reiteró que “a partir del segundo trimestre la economía empezará a crecer, empujada por un aumento del salario real, una caída de las tasas de interés y la estabilidad que hemos visto en las variables financieras en los últimos meses”.
“La inflación y las expectativas de inflación se encuentran en una tendencia descendente desde octubre, y todo indica que seguirían disminuyendo lentamente en 2019, dijo el funcionario del organismo internacional de crédito.
Agregó que la desaceleración de los precios “permitiría una reducción gradual de la tasa de interés que, combinada con un aumento del salario real y de las exportaciones, generaría una recuperación de la actividad económica a partir del segundo trimestre de 2019”, evaluó, en declaraciones publicadas este viernes.
Según datos difundidos por el INDEC, la actividad económica registró en noviembre de 2018 una contracción de 7,5% en noviembre último, y acumuló una caída del 2,2% entre enero y noviembre del año pasado.
En este marco, Werner ratificó que el FMI estima que durante este año, el Producto Interno Bruto argentino caerá 1,7%, pero repuntará en el 2020, para crecer 2,7%.
En cuanto a América Latina, consideró que “en términos de política fiscal, aproximadamente la mitad de las economías de la región redujeron sus déficit primarios como porcentaje del PIB en 2018”.
“Sin embargo, esto no fue suficiente para ubicar la deuda pública en una trayectoria descendente, con la excepción de la Argentina”, agregó Werner.
El FMI espera que la región crezca un 2% en 2019 y un 2,5% en 2020, por debajo del promedio del crecimiento global, que es de 3,5% para este año y 3,6% para el que viene.
Werner señaló que el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y la caída de precios de las materias primas que generaron las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China contribuyeron a que el crecimiento se desacelerara en la región.