Son los efectivos que estuvieron involucrados en el procedimiento posterior al crimen del chico de 17 asesinado en el barrio porteño de Barracas. Dalbón pidió que se los impute por delitos de tortura.
Seis policías fueron procesados con prisión preventiva por vejaciones y encubrimiento agravado por el crimen de Lucas González, el chico de 17 años baleado en el barrio porteño de Barracas. El juez Martín del Viso está a cargo de la causa y dictó la medida.
Los seis policías en cuestión son Juan Romero, Fabián Alberto Du Santos, Roberto Inca, Héctor Cuevas, Lorena Miño y Micaela Fariña. Estos se sumarán a los ya tres efectivos acusados por homicidio calificado que están alojados en Marcos Paz, Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi.
El fiscal Leonel Gómez Barbella pidió formalmente al juez del Viso que los seis efectivos de la Brigada de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad estén acusados de encubrimiento y que se los impute por delito de torturas.
El letrado defensor sostuvo que “poco y nada explicaron de lo realmente sucedido y únicamente se limitaron a referenciar en forma sistemática que se había tratado de un ‘enfrentamiento’ y que se produjo la incautación de un arma de fuego”. Sin embargo, el magistrado a cargo de la causa los procesó por vejaciones, un delito parecido.
Por su parte, Gregorio Dalbín había presentado un escrito de 14 páginas ante el juez de la causa para pedir el procesamiento de los seis policías. “A criterio de esta querella, surge sin lugar a hesitaciones que las versiones desplegadas por los imputados resultan diametralmente opuestas a lo acontecido en realidad, todo lo cual se cae como un castillo de naipes a tan sólo observar con detenimiento las declaraciones obrantes en el sumario”, expresó.
Para Dalbón, “surge evidente que todo el personal policial afectado a la escena del hecho, jamás tuvo en miras la búsqueda de la verdad, sino que su único fin era cubrir a sus compañeros en los hechos ya acontecidos”.
La autopsia de reveló que Lucas González fue asesinado por un disparo en la cabeza
Los médicos forenses realizaron los estudios sobre el cuerpo y determinaron que fue “un proyectil de arma de fuego” lo que produjo la muerte del joven de 17 años.
Pese a las versiones que indicaban recibió dos impactos de bala en el cráneo, la autopsia determinó que solo se encontró un proyectil. Aún resta saber cuántos tiros fueron los que dispararon los efectivos de la fuerza.
Además, indicaron que hubo rastros de quemaduras en el cuerpo del jugador de Barracas Central por lo que el letrado defensor de la familia aseguró que “hubo tortura” por parte de los efectivos.