En las recientes semanas, ha habido un incremento considerable de las tensiones entre ambas naciones respecto a la región del Esequibo, la cual se reconoce por su significativo potencial petrolero.
La permanencia de Guyana en estado de alerta se produce tras el rechazo, en un referendo venezolano, de la jurisdicción de un tribunal internacional en la disputa territorial, según las advertencias del vicepresidente Bharrat Jagdeo.
Jagdeo subraya el creciente aumento de tensiones en relación con la región del Esequibo, abundante en recursos petroleros, antes del referéndum que Guyana intentó sin éxito prohibir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). A pesar del respaldo del Departamento de Estado de EE. UU. hacia una resolución pacífica, la cuestión persiste y la CIJ prohíbe a Venezuela cambiar el statu quo, aunque la resolución podría demorar años.
Analistas sugieren que el presidente Maduro busca evaluar el respaldo antes de las elecciones de 2024. Aunque asegura no tener intenciones de invadir la región, el vicepresidente Jagdeo enfatiza la necesidad de que Guyana no confíe únicamente en garantías verbales, dada la imprevisibilidad del liderazgo venezolano.
Venezuela reactiva sus reclamaciones sobre el territorio del Esequibo debido al descubrimiento de petróleo y gas, y la disputa se extiende a la frontera marítima. La autoridad electoral venezolana informa una alta aprobación en el referendo, proclamando un «mandato popular sagrado».
Maduro anuncia una «nueva era» para la Guayana Esequiba, un nombre propuesto para el nuevo estado. Caracas fundamenta sus argumentos en la historia y acuerdos previos, mientras que Guyana defiende un laudo de 1899 y busca la ratificación de la CIJ, cuya jurisdicción Caracas desconoce.