Un sector del gremio de ATE que responde al kirchnerismo irrumpió en el evento. Hubo gritos, forcejeos con empleados de seguridad e insultos a Garavano y su equipo, que presentaba el eje de Derechos Humanos del programa «Justicia 2020».
Un escándalo se produjo esta mañana en la ex ESMA, donde el ministro de Justicia Germán Garavano encabezó el acto de apertura del eje de Derechos Humanos de «Justicia 2020», el programa donde el Gobierno gesta sus principales leyes. Un grupo del gremio de ATE, que en Justicia es liderado por sectores kirchneristas y afines a La Cámpora, irrumpió por la fuerza en pleno acto y obligó a suspenderlo. Todo en rechazo al aumento paritario del 20% que selló el Gobierno con los estatales de UPCN y que ATE, que exige 38% rechazó de plano.
Los incidentes ocurrieron en el Salón Frondizi, mientras Garavano pronunciaba su discurso, acompañado por el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj y el jurista Ricardo Gil Lavedra.
«Miembros del gremio -entre insultos, forcejeos y empujones- increparon al ministro pretendiendo interrumpir el acto, que luego continuó», dijeron desde el Ministerio de Justicia.
Fueron unos 15 minutos de tensión, de forcejeos, gritos e insultos, tiempo en el que los guardias de seguridad, luego de verse superados en número y ceder el ingreso, intentaron frenar a los manifestantes, que responden a la junta interna de Justicia y Derechos Humanos de ATE, que tiene fuertes vínculos con La Cámpora y el ex secretario de Justicia Julián Alvarez. «Cachorro no estaba al tanto de esto. La conducción nacional no tiene nada que ver», se desmarcaron cerca de Hugo Godoy, líder de ATE.
La situación estuvo a punto de descontrolarse definitivamente cuando los efectivos se apostaron para desalojar la sala, algo que fue evitado por Garavano y su jefe de Gabinete Martín Casares, quienes junto a otros funcionarios se interpusieron entre ambos grupos y buscaron interceder con los gremialistas. «Se les propuso trabajar la vía del diálogo para el planteo de reclamos en lugar de recurrir a esta metodología», dijeron desde el edificio de calle Sarmiento. “Nada justifica la violencia”, les replicó el ministro, según testigos de los incidentes.
El reclamo de los trabajadores tiene larga data. Y en los últimos días se intensificó, especialmente por parte del personal de limpieza, que discontinuó con las tareas en los principales edificios del ministerio. «Ningún trabajador por debajo de la línea de pobreza», es la consigna.
FUENTE: CLARIN