El supuesto testaferro de Budou se quebró ante Di Lello y reveló «desde adentro» cómo operó en cada uno de los mecanismos que llevó a cabo ilegalmente.
Tras 9 horas ante el fiscal, Alejandro Vandenbroele terminó de declarar y su testimonio resultará clave. Es que el empresario dio detalles sobre los negocios en los que intervino, que involucran a ex funcionarios kirchneristas como Amado Boudou. En una de las tantas cofnesiones, contó cómo fue el armado de la sociedad que se adueñó de la fábrica de billetes Ciccone de modo ilegal. Por el momento no se sabrá qué dijo exactamente Vandenbroele ya que rige una clausula de confidencialidad sobre lo que declara.
Según publica Clarín, el hombre fue el ideólogo jurídico, y la cara visible, del primer negociado que hizo la firma, siempre con fondos estatales, los únicos que entraron a sus arcas. El primer trabajo fue el “Servicio de Asesoramiento legal y financiero para la desestructuración (sic) de la deuda provincial de la provincia de Formosa”.
La sociedad fue contratada por el gobernador Gildo Insfrán, de Formosa, una provincia castigada por el feudalismo, la falta de presupuesto y lapidada desde lo social, para renegociar la deuda pública con quien era en el 2010 el ministro de Economía. Amado Boudou.
La firma The Old Fund tenía en ese tiempo una sola empleada: era una secretaria de Vandenbroele. Según determinó la Justicia,jamás una provincia había contratado a una “consultora” para negociar su deuda estatal con el Estado. Vandenbroele le confirmó a Di Lello que todo ese armado fue una pantalla para cobrar dinero que no correspondía cobrar: 2,2 millones de pesos le fueron transferidos, tras ser cobrados por The Old Fund, a uno de los directores del banco de Formosa, Martín Cortes.