Avanza un plan para armar espacios de aislamiento en las cárceles. Las autoridades se comprometieron a revisar expedientes, las situaciones procesales de presos mayores de 60 años, en condiciones de libertad asistida o acceder a salidas transitorias, con condenas firmes menores a tres años.
Tras el motín donde los presos de Devoto tomaron los techos para exigir medidas de higiene y salud por el coronovirus y reclamar excarcelaciones y arrestos domiciliarios, hoy habrá una nueva reunión para desactivar protestas por parte de los detenidos.
En la última reunión, los funcionarios se reunieron con los “capos” de los pabellones donde acordaron una tregua frágil. En un documento de tres páginas, el Servicio Penitenciario Federal (SPF) y las autoridades se comprometieron a revisar expedientes, las situaciones procesales de presos mayores de 60 años, en condiciones de libertad asistida o acceder a salidas transitorias, con condenas firmes menores a tres años.
La gran duda para esta nueva citación pasa por saber si el secretario de Justicia Juan Martín Mena estará presente en la mesa con los presidiarios, que reclamaron su presencia en la última reunión.
El ministerio de Justicia envió a la última reunión a funcionarios menores a la negociación con los reclusos. Uno de los puntos del acta de la última reunión es el reclamo de los internos para que Mena regrese a la mesa de negociación como “interlocutor ministerial”.
En aquella oportunidad, se convino que ningún preso será trasladado durante las negociaciones y el Servicio Penitenciario se comprometió a acelerar los informes sobre la conducta de los presos.
Por el momento, después de 2 mil pedidos, el SPF elaboró una lista de 380 reclusos que podrían abandonar el sistema dada las condiciones de sus expedientes o su salud de cara al riesgo del coronavirus.
En las últimas horas, circuló un mensaje con el encabezado: “Mañana jueves 30/4/2020. Batucada pacífica”. Mencionaba 14 cárceles de todo el país: Ezeiza, Marcos Paz, paradójicamente el penal de abusadores en Senillosa, provincia de Neuquén.
Ante este panorama y las negociaciones con los funcionarios, los presos de Devoto se organizan nuevamente con una bandera que se repite en los módulos. “Ni violadores ni femicidas. No están incluidos en nuestra lucha”, aseguran en su nueva bandera, con un obvio eco del reclamo social y el temor y furia ante la liberación de detenidos.