En un comunicado, la Diócesis de San Isidro pidió que “no sigamos acrecentando aún más la brecha con quienes viven en sus casas otras pandemias”. Además, en la carta aseguran que “el culto está siendo celebrado con cuidados extremos” y que “su desarrollo es esencial”.
Otro de los sectores que mostró su desacuerdo con las medidas tomadas por el presidente, Alberto Fernández, para controlar la segunda ola de coronavirus es la iglesia. Esta vez con un comunicado firmado por Monseñor Oscar Ojea, obispo de la Diócesis de San Isidro, rechazaron la suspensión de las clases presenciales y del culto en los templos.
“Queremos expresar nuestro desacuerdo con la suspensión de las clases presenciales que estaban siendo llevadas con muchísimo trabajo por parte del personal docente y de las familias. Y sobre todo pensando en tantos chicos y chicas que lo necesitan, especialmente en nuestros barrios populares, en los que se carece de buenas conexiones para las clases virtuales. No sigamos acrecentando aún más la brecha con quienes viven en sus casas otras pandemias, reflejadas en el aumento de la pobreza y la falta de un trabajo digno”, expresó un comunicado.
Desde la iglesia llamarón a agradecer “la generosidad del personal de salud en su tarea en este tiempo de pandemia” también distanciándose de los dichos del presidente que aseguró que “el sistema de salud se relajo” y generó mucho mal estar.
Además, otro de los puntos que mostraron su desacuerdo es con la suspensión temporal del la celebraciones de misas. “El Culto está siendo celebrado con cuidados extremos, respetando las normas y protocolos vigentes. Por eso es que no estamos de acuerdo con la suspensión de las celebraciones en los templos. Consideramos que su desarrollo es esencial para alimentar el espíritu de nuestro pueblo ante situaciones que deben encontrarnos con fortaleza espiritual y una esperanza firme”, aseguraron.
Por último, el comunicado firmado por las cabezas de la Diócesis de San Isidro, pidió que “en los próximos quince días cumplamos con las normas vigentes” para aplanar la curva de contagios.