A través de una circular, el sindicato informó que realizará una medida de fuerza debido a la «pérdida y licuación del salario» y a la «constante reducción del poder adquisitivo».
El gremio La Fraternidad, que nuclea a los conductores de trenes, anunció un paro de trenes para el miércoles 18 de diciembre. A través de un comunicado, los ferroviarios informaron la medida de fuerza en reclamo de mejoras salariales y mayores condiciones de seguridad.
En noviembre y en diciembre, los empleados del sector recibieron aumentos del 1% y 2,5%, respectivamente, lo que el sindicato juzga como irrisorios. Esto, sumado a que hace 90 días que no reciben respuesta de las autoridades, llevó a tomar la decisión de aplicar la medida de fuerza.
«Es la única herramienta legal que tenemos los trabajadores cuando no se atienden nuestros reclamos», se justificaron desde La Fraternidad, a la vez que aseguraron: «Los paros de nuestra actividad no son simpáticos, ni para quienes los padecen ni para quienes los llevamos adelante».
«El Gobierno violenta los principios democráticos y apunta a demonizar las medidas de fuerza para poner a los usuarios contra los trabajadores, agitando la lucha de pobres contra pobres desde los medios de comunicación», denunciaron desde el sindicato.
Asimismo, hubo una crítica a los rivales políticos del Gobierno: «Mientras observamos que la oposición política está perdida y sin rumbo, los trabajadores estamos y estaremos alerta custodiando los auténticos valores y conquistas heredados de nuestra doctrina y para el pueblo trabajador».
El pasado martes 3 de diciembre, La Fraternidad había aplicado otra medida de fuerza que había afectado el funcionamiento ferroviario. Los conductores trabajaron a reglamento y circularon a menos de 30 kilómetros por hora. En esa ocasión, se exigían mejores condiciones de seguridad.
Desde el gobierno habían calificado esta última huelga como «extorsiva», y sostuvieron que no iban a ceder ante este tipo de presiones.