En su primer discurso internacional desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente llamó a las empresas globales a fabricar en EE.UU. bajo la promesa de impuestos bajos.
En uno de sus primeros discursos como nuevo presidente norteamericano, Donald Trump envió un mensaje contundente al sector empresario en el Foro Económico Mundial de Davos, en el que sentenció: «Vengan a fabricar su producto en Estados Unidos. Si no, tendrán que pagar un arancel».
«Mi mensaje a todas las empresas del mundo es muy sencillo. Vengan a fabricar su producto en Estados Unidos y les daremos unos de los impuestos más bajos de cualquier nación de la Tierra«, comenzó el magnate, que participó del evento de manera virtual.
«Si no fabrican su producto en Estados Unidos, que es su prerrogativa, entonces, muy simplemente, tendrán que pagar un arancel«, advirtió acto seguido el mandatario, a la vez que señaló que esos impuestos generarán «cientos de miles de millones de dólares e incluso billones de dólares» para el Tesoro de su país.
Asimismo, al igual que en su discurso durante la toma de mando, apuntó contra su predecesor Joe Biden, al que apuntó de perder «totalmente el control de lo que estaba ocurriendo, en particular con nuestra economía de alta inflación y en nuestra frontera».
En otro pasaje de su participación, Trump pidió por el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania: «Hay que detener esta masacre«. Además, señaló que el conflicto nunca hubiera iniciado si él hubiera estado al frente de la Casa Blanca y reveló que China está dispuesta ayudar a resolverlo.
El líder republicano manifestó que quiere reunirse lo más rápidamente con Vladimir Putin para que el enfrentamiento cese y destacó que su deseo no se relaciona con el punto de vista «económico» o de «recursos naturales», sino con su voluntad de que dejen de morir «tantas personas jóvenes«.
«Millones de vidas se están desperdiciando. Muchas hermosas personas están siendo disparadas en el campo de batalla. No hay forma de esconderse, lo único que puede detener una bala es el cuerpo humano. Realmente hay que terminar con la guerra, esta guerra es horrible», admitió el magnate.
En ese marco, contó que su par chino, Xi Jinping, le expresó en una conversación telefónica que estaría dispuesto a ayudar para que se resuelva el conflicto. A su vez, remarcó que el presidente ucraniano, Volodomir Zelenksi aceptaría en este momento un acuerdo.
Por otro lado, explicó que se trata de una guerra «que nunca debería haber iniciado» y sostuvo que si hubiera estado al frente de la Casa Blanca en aquel momento no se hubiera producido: «Durante mi administración ni si quiera se hablaba de la posibilidad. Sabía que estaba entre las ideas de Putin, pero también sabía que no se iba a animar hacerlo y luego, cuando estuve afuera (del Gobierno) malas cosas pasaron«.